Al tiempo en el que Colombia estaba expectante por la búsqueda de los cuatro hermanos Mucutuy en las selvas del Yarí tras el accidente aéreo que los internó en el espeso bosque, la pérdida de Wilson, el perro especialista que ayudó en la operación, también se extravió. Ahora la historia cambió.
En un principio se dijo que Wilson se había encontrado con los niños pues unos dibujos que les fueron encontrados retrataban lo que sería un canino con las características similares a la de pastor belga. Ahora esa versión ha dado un giro de 180 grados.
Lesly, la hermana mayor de los Mucutuy, ha relatado en un documento que reposa en la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes, que nunca se encontraron con el perro, con otras personas o con grupos indígenas mientras permanecían perdidos en las selvas entre el Guaviare y Caquetá
'Relató la superviviente entrevistada que, durante los 39 días que permanecieron internados en la selva, los sobrevivientes avistaron diferentes animales como tapires, serpientes, y una tortuga de gran tamaño. De otra parte, según su relato, no se produjo ningún encuentro con otras personas durante su travesía y tampoco tuvieron contacto con algún canino', se desprende del documento.
El 9 de julio de 2023 fue un día histórico y de júbilo para los colombianos por el rescate de los hermanos; sin embargo, un sinsabor quedó, pues Wilson no apareció. Miembros del Ejército permanecieron en la selva para dar con el canino, pero a pesar de todos los esfuerzos, la búsqueda fue en vano y la operación de rescate fue suspendida días después.
'Las Tropas de Operaciones Especiales utilizaron caninos especializados en la búsqueda, con la lamentable pérdida de uno de ellos en la selva (el 18 de mayo), y la incertidumbre sobre su destino y condición final', detalla la investigación.
Las esperanzas luego revivieron al encontrar un perro muy parecido a Wilson, pero tras examinarlo en detalle se pudo establecer que se trataba de un perro diferente. El general Pedro Sánchez, quien estuvo al frente de la Operación Esperanza, dijo en su momento que el perrito no tenía una cicatriz en el estómago que sirve de referencia para determinar su identidad y que tres sus colmillos estaban completos y no partidos como sí los tenía el pastor belga.




















