El antiguo capo del narcotráfico Gilberto Rodríguez Orejuela murió la noche del martes a los 83 años de edad en un prisión de Carolina del Norte, confirmó este miércoles a la agencia de prensa Efe su abogado David Markus, quien no ofreció más detalles.
El excapo cumplía desde 2006 una condena a 30 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico.
'Nos entristeció mucho saber de su fallecimiento anoche. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia en este momento', dijo Markus.
Rodríguez Orejuela fue uno de los jefes y fundadores del Cartel de Cali, liderazgo que compartía con su hermano Miguel, en la mayor época de violencia por narcotráfico en Colombia, cuando el abatido capo Pablo Escobar (1949-1993) dirigía el Cartel de Medellín.
En abril de 2020 Markus había pedido su libertad al denunciar que Rodríguez-Orejuela era una persona de edad avanzada 'con varias enfermedades crónicas' que corría riesgo de morir en pleno comienzo de la pandemia en una cárcel con condiciones 'atroces'.
En esa ocasión Markus señaló que el excapo padecía dos cánceres, de colon y próstata, y se amparó en una nueva ley de reducción de penas.
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Sin embargo, las autoridades se negaron a ese pedido de 'compasión' y a su liberación anticipada, y el cofundador del cartel de Cali debió permanecer recluido en la prisión de Butner Medium, en Carolina del Norte.
La idea era que, una vez en libertad, Gilberto Rodríguez Orejuela viviera en Bogotá con su esposa, Myriam Rodríguez, y su hija Alexandra Rodríguez, según sus abogados.
De mensajero a capo. Alias el Ajedrecista, gracias al dinero del narcotráfico, permeó círculos políticos, empresas e incluso el fútbol.
Rodríguez Orejuela fue extraditado desde finales de 2004, después de que fuera capturado en Colombia en 1995.
Nació en la población de Mariquita, en el departamento del Tolima, en enero de 1939. Años más tarde su familia se trasladó a Cali, en donde comenzó a trabajar como mensajero de farmacias hasta convertirse en el poderoso narcotraficante que, incluso, desafió a su rival, el Cartel de Medellín.
Luego de una larga persecución, que le costó la vida a jueces, policías y políticos, Rodríguez fue detenido por un cuerpo élite de las fuerzas de seguridad del Estado.
Su captura se logró el 9 de junio de 1995. Estaba oculto en una caleta de una vivienda de Cali, y era, en ese entonces, uno de los hombres más buscados en Colombia y en el mundo.
En su momento, las autoridades dijeron que el mafioso tenía una flotilla de aviones y helicópteros en la que transportaba alijos de cocaína que llegaban a Estados Unidos, todo en asocio con otros carteles mexicanos y bolivianos.
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Además, diseñó una red de corrupción que le permitió blanquear millones de dólares producto de las ganancias obtenidas por la venta del 80 % de la cocaína que compraban los consumidores en Estados Unidos.
A diferencia del Cartel de Medellín, que era de poner bombas, matar policías, periodistas, jueces y directores de medios de comunicación, entre otros, su accionar fue diferente pues compró a todo aquel que no le permitía hacer sus ilícitos negocios.
Su movimiento más sonado fue que logró infiltrar la campaña presidencial de Ernesto Samper, a la que aportó 6.000 millones de pesos, lo que dio origen al llamado proceso 8.000.
En la época del Cartel de Cali se comenzaron a utilizar las más diversas formas para sacar la cocaína de Colombia hacia Estados Unidos: se camuflaba en cargamentos de frutas, café, verduras, postes de cemento.
Sin lujos. Si bien el imperio de los Rodríguez Orejuela les había dado la riqueza y las facilidades para vivir una vida ostentosa y recargada, los capos del Cartel de Cali siempre fueron más bien modestos, andando en una flota de carros Mazda, aunque vivían en inmuebles donde el dinero se hacía evidente con canchas de fútbol, discotecas y establos.
Fue maestro del arte de la 'caleta', unos reducidos espacios que los padrinos de Cali construían en sus lujosas casas para evitar ser capturadas en una posible redada policial.
Años después de entrar en la cárcel aseguraron que también inyectaron dinero a la campaña de Andrés Pastrana, quien fue el sucesor de Samper en la Presidencia para el periodo 1998-2002.
Tanto Samper como Pastrana han negado desde esa época esos señalamientos y los supuestos vínculos con el Cartel de Cali.
El fútbol. Los hermanos Rodríguez Orejuela se convirtieron en los accionistas mayoritarios del América de Cali a finales de la década de 1970 y desde entonces los Diablos Rojos vieron pasar por sus filas a algunos de los mejores jugadores suramericanos de la época.
Entre ellos estaban el guardameta argentino Julio César Falcioni, el ariete paraguayo Juan Manuel Battaglia, el portero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, el creativo peruano César Cueto, o los delanteros colombianos Willington Ortiz y Antony De Ávila
Los títulos abundaron y el éxito en torneos internacionales los llevó a la disputa de cuatro finales de Copa Libertadores, que perdieron en 1985, 1986, 1987 y 1996.
Sin embargo, la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos declaró en 1996 a las compañías bajo el dominio de los Rodríguez Orejuela como peligrosas para la economía de ese país y el 8 de junio de 1999 el América de Cali entró a formar parte de la 'Lista Clinton'.
Fue el final de la vida crediticia de América, hasta 2012 que salió de la lista.





















