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Fueron 41 años, 4 meses y 9 días los que separaron dos acontecimientos que mancharon con sangre la historia de los candidatos presidenciales en Colombia. Uno se dio el 9 de abril de 1948, se trató del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán; y el otro el 18 de agosto de 1989, el magnicidio de Luis Carlos Galán.

Estos dos personajes compartían muchas cosas en común, entre ellas su visión de un país democrático donde todos los ciudadanos tuviesen las mismas oportunidades. Sus tiempos fueron distintos, pero su amor por el país, como alguna vez lo explicó el historiador Édgar Vergara Figueredo, 'era profesado por sus acciones en pro de un cambio social'.

Gaitán tenía entre sus proyectos políticos la restauración moral y democrática del Estado, por su parte, Galán estaba detrás de una nueva sociedad.

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Los dos tenían como común denominador que fundaron movimientos políticos. En 1933, Gaitán fundó la Unión Nacional Izquierdista y Revolucionaria, mientras que en 1979 Galán formó el Nuevo Liberalismo.

Ambos se caracterizaron por la crítica constructiva. Otra de las coincidencias entre estos dos personajes es que fueron nombrados ministros de Educación. Gaitán en 1940, por el presidente Eduardo Santos, y Galán en 1970 por Misael Pastrana Borrero, siendo el funcionario más joven en ocupar esta cartera con tan solo 27 años.

Gaitán y Galán también coincidían en tener una excelente capacidad de oratoria. De igual forma, ambos se especializaron en universidades privadas, Gaitán hizo su doctorado en la Real Universidad de Roma, Galán hizo lo propio en Derecho y Economía en la Universidad Javeriana.

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Galán y Gaitán, en sus respectivas épocas, gozaban de aceptación por parte de los colombianos por lo que se perfilaban como presidenciables. Ambos asesinatos se dieron en momentos complicados para el país. Cuando Gaitán murió se desencadenó una de las épocas de mayor violencia en el país; cuando sucedió lo mismo con Galán, la sociedad colombiana entendió el riesgo de convivir con el narcotráfico y después de este sangriento hecho el presidente de ese entonces, Virgilio Barco, reinstauró por vía administrativa la extradición emprendiendo el Estado una lucha de frente contra el narcotráfico, trabajo que el líder del Nuevo Liberalismo había abanderado.

Al hablar de política en Colombia siempre se tendrán a estos dos personajes como referencia, sus muertes significaron cambios importantes en el país y sacudieron estrepitosamente la historia política y general de Colombia.

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