Un experto en seguridad británico y la firma estadounidense Proofpoint colaboraron para detener el ciberataque global que ha afectado a organismos y empresas de cerca de cien países, reveló este sábado el diario 'The Guardian'.
El experto, conocido en las redes sociales con el nombre de 'MalwareTech', con la ayuda con Darien Huss, de Proofpoint, descubrió un 'interruptor' que permitió desactivar el software malicioso que infectó, entre otros, a numerosos equipos del sistema de salud del Reino Unido.
Ambos identificaron un nombre dominio en internet con el que el 'malware' trataba de contactar sin éxito y registraron ese dominio para poder enviar al programa una señal para inhabilitarse.
'Me di cuenta de que no estaba registrado y pensé 'creo que lo tengo'', relató el experto 'MalwerTech' a la revista estadounidense 'The Daily Beast'.
La publicación relata cómo el informático compró el dominio 'gwea.com' por 10,69 dólares (9,77 euros) y redirigió el tráfico a un servidor de Los Ángeles.
Según la empresa checa de antivirus Avast, se han detectado en las últimas horas 75.000 ataques con el software malicioso WanaCrypt0r 2.0 en 99 países.
'Inmediatamente vimos cinco o seis mil conexiones por segundo', explicó el experto, que alertó de que 'hay un cien por cien de posibilidades de que lanzarán un nuevo ejemplar (de virus)' que podría volver a infectar ordenadores que no estén actualizados.
El G7 promete luchar contra los ciberataques
Los ministros de Finanzas del G7 prometieron unirse para reforzar la ciberseguridad durante una reunión celebrada en Bari (sureste de Italia), en medio de un ciberataque mundial ocurrido el viernes, ocasión que permitió además descongelar un poco las relaciones con Estados Unidos.
Las discusiones de los ministros y gobernadores de los bancos centrales del G7 se produce precisamente cuando una parte del planeta es víctima desde el viernes de una serie de ciberataques que afectaron principalmente al servicio de salud británico y al gigante español de las telecomunicaciones Telefónica, y detuvieron la producción del constructor de automóviles francés Renault.
Estos ataques son un 'recuerdo de la importancia de la ciberseguridad y de la necesidad de concentrarse sobre este problema', indicó el sábado ante la prensa el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin.
El ministro de Finanzas italiano, Pier Carlo Padoan, anfitrión de esta reunión, se permitió bromear afirmando que se puso de acuerdo con los autores del ataque para demostrar la importancia de este asunto en la agenda del G7.
El gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, aseguró que estos ataques no afectaron al sistema financiero internacional.
En una declaración conjunta, los países del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) reconocieron la 'amenaza creciente' que representa el cibercrimen para sus economías y prometieron encontrar respuestas.
El asunto ha estado en la agenda del G7 durante algún tiempo, con el foco principal puesto en la potencial amenaza de que los hackers puedan infiltrarse en los sistemas informáticos que gestionan el sistema bancario internacional, y los mercados de capitales y de valores.
El asunto será tratado de nuevo en dos semanas, cuando los líderes del G7 se reúnan en Sicilia.
Mientras, los ministros ordenaron a expertos evaluar de manera precisa en materia de seguridad informática, para preparar una mejor respuesta, indicó por su parte el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau.
Los banqueros del G7 se comprometieron igualmente a hacer más para luchar contra la financiación del terrorismo, la evasión o la optimización fiscal.
- 'Lenguaje común' -
Sobre estos asuntos, 'tenemos un lenguaje común', indicó el comisario europeo Pierre Moscovici, señalando que la relación con Estados Unidos era ahora 'menos tensa' que durante la reunión del G20 en Alemania en marzo.
'Con Steven Mnuchin, nuestras relaciones están mejorando cada vez que nos reunimos', aseguró Padoan.
Pero al igual que en marzo, el libre comercio, la importancia de las instituciones multilaterales y el cambio climático no se trataron.
Mnuchin dijo por su parte que no podía 'estar más feliz con los dos últimos días'. Los socios de Estados Unidos en el G7 se sienten ahora 'más a gusto' respecto a los objetivos económicos de la nueva administración, aseguró ante la prensa.
'No queremos ser proteccionistas pero nos reservamos el derecho de serlo. Creemos que el comercio (internacional) no es libre y justo', explicó Mnuchin.
Desde este punto de vista, el reciente acuerdo comercial entre China y Estados Unidos es visto como 'una señal alentadora', señaló Padoan.
El G7 de Bari permitió también mantener conversaciones sobre Grecia, antes de una reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro el 22 de mayo que debe decidir el giro de un nuevo tramo de ayuda financiera a Atenas.
La voluntad general expuesta en Bari, incluido por parte de Alemania, es la de 'lograr un acuerdo', aseguró el sábado Moscovici.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, 'quiere que alcancemos un acuerdo el 22 de mayo. Entiende los esfuerzos hechos por la parte griega, y tiene también ganas que tengamos sobre este tema un verano sereno', aseguró.


