El Heraldo
El ARC ‘Cabo Tiburón’, atracado en el nuevo puerto de la Dimar, en la zona del barrio Las Flores. César Bolívar
Barranquilla

La tercera vida del buque ARC Cabo Tiburón

La embarcación que hacía parte de la flotilla de patrullaje de la Fuerza Naval del Caribe de la Armada Nacional llegó a Barranquilla el año anterior para cumplir dos misiones.

Las últimas misiones en altamar de la nave ARC ‘Cabo Tiburón’ fueron rescatar a turistas y a migrantes que usaban las costas de Colombia para llegar a otros países. 

Así lo detallan los registros de la Armada Nacional que tuvo desde el año 2001 en permanente actividad a la embarcación de patrullaje costero, originaria de los Estados Unidos. 

Desde el golfo de Urabá, entre Chocó y Antioquia, hasta Punta Gallinas, en La Guajira, la nave participó de gran cantidad de maniobras de rescate y misiones de carácter militar, incluidos decomisos de droga.  

En noviembre de 2015, el buque costero ARC ‘Cabo Tiburón’ salió de un puerto del Golfo de Urabá rumbo hacia el mar Caribe para rescatar a 20 migrantes cubanos que se encontraban a la deriva.  

Un año después, a finales de diciembre de 2016 dos turistas que se encontraban navegando en una moto acuática terminaron volcados y a la deriva por las fuertes corrientes marinas, en aguas de Isla Barú, cercano a Cartagena. La embarcación, con 12 tripulantes a bordo, permanecía patrullando y el área de comunicaciones recibió el llamado de emergencia. De manera inmediata, el ‘Cabo Tiburón’ envió su bote táctico auxiliar a los dos turistas para llevarlos hasta puerto seguro.

Días después de esta maniobra de salvamento, es decir en enero de 2017, el ARC ‘Cabo Tiburón’ volvió a actuar para rescatar a 40 turistas de diferentes nacionalidades que estaban a la deriva en el mar Caribe, en cercanías de Cartagena, luego de que la embarcación que los transportaba sufriera fallas mecánicas.

En aquel momento, la nave perteneciente a la Flotilla de Superficie de la Fuerza Naval del Caribe de la Armada Nacional tenía menos de 20 años de servicio en aguas locales, pero 50 de estar en navegación por el mundo. 

Hoy, en ‘retiro’, el ‘Cabo Tiburón’ dejó el agua salada, al menos de tiempo completo, y el trabajo forzado, para convertirse en el guardián del río Magdalena. Luchar contra el narcotráfico, el contrabando, salvaguardar la vida humana en el río y ejercer la soberanía nacional, son las nuevas tareas de la embarcación. 

Tampoco deja de ser importante la misión de arreciar la ofensiva en el Magdalena contra el tráfico de especies y de fauna, la explotación irregular de madera fina, con el fin de proteger el medio ambiente. Para eso también está el acorazado de la Armada de piel gris, como la del tiburón. 

Grumetes de la Escuela ARC Barranquilla escuchan a un oficial del buque. César Bolívar

La Historia

El ARC (Armada de la República de Colombia) ‘Cabo Tiburón’ se llamaba en realidad ‘Point Sal’ y fue construido por la firma estadounidense JM Martinac ShipBuilding Corp., en 1966. 

De los puertos de Grand Isle, en Luisiana, sur de los EEUU, esta embarcación habría partido hacia el Golfo de México y el Caribe para cumplir misiones de patrullaje.

Esta zona que se dividen Estados Unidos y México y tiene de vecino a la isla de Cuba históricamente ha tenido conflictos de cortes limítrofes. Por este motivo el ‘Point Sal’, bajo las órdenes del Comando Sur de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, estuvo para supervisar el paso de aeronaves, barcos y submarinos. 

Para aquella época, su armamento estaba compuesto por un cañón Oerlikon calibre 20 milímetros, de fabricación suiza, con balas de alcance efectivo de al menos 1.000 metros. Contaba con cinco ametralladoras Browning M2 calibre .50, un arma efectiva contra infantería, vehículos y embarcaciones sin blindaje o ligeramente blindados, fortificaciones ligeras y aviones a baja altitud. Y además tenía un mortero M29 de 81 milímetros y de fabricación norteamericana. 

Entró en servicio con la infantería del Ejército de los Estados Unidos en 1952 y fue empleado como mortero de primera línea en la Guerra de Vietnam. La munición de esta arma de guerra tenía un alcance de 5.100 metros. 

Precisamente otras embarcaciones similares al ‘Point Sal’ fueron enviadas a Vietnam, para cumplir misiones de patrullajes en aguas de Oriente. 

El ARC ‘Cabo Tiburón’ tiene un largo en cubierta de 25,25 metros, de ancho 5,8 metros y alcanza una velocidad de 31,1 kilómetros por hora. Su peso es de 70 toneladas. 

Por aquella época contaba con una tripulación de dos oficiales y ocho hombres, entre los que se incluían los de servicio doméstico. 

Tras ese paso por el Golfo de México, el barco dio nuevamente el salto hacia las costas de los Estados Unidos para cumplir con misiones tácticas del cuerpo naval de este país. 

Finalmente en mayo de 2001 fue transferido a la Armada Nacional de Colombia, pero antes, en agosto de ese mismo año, dejó en tierra todo el armamento que lo acompañó desde su construcción. 

Embarcación de rescate que está en la cubierta. César Bolívar

Prácticas 

El contralmirante Juan Ricardo Rozo Obregón,  director de la Escuela de Suboficiales ARC Barranquilla y quien también comanda las unidades de la Armada Nacional que se encuentra en la ciudad y el Departamento, señala que embarcaciones como el ARC ‘Cabo Tiburón’ llegan a la Armada colombiana traspasadas por otras armadas del mundo. En este caso el ‘Cabo Tiburón’  llegó a territorio nacional como apoyo de Estados Unidos. 

“Estos no son buques nuevos, son buques que han tenido uso en otras marinas y son traspasados en buen estado y con las mejores capacidades. La Armada Nacional le hace un estudio previo que mira la condición del buque. Y si las características se adaptan a las condiciones de trabajo del mar Caribe, se hace el traspaso a la marina colombiana. Este ya es un buque de la marina colombiana”, explica Rozo Obregón.

El alto oficial de la marina añade que en la Armada existen actualmente embarcaciones de origen alemán, español, surcoreanos, y los propios construidos por Cotecmar. 

Cotecmar es una corporación vinculada al Ministerio de Defensa Nacional, dedicada a la industria naval, marítima y fluvial.

Recuerda que la embarcación llegó en octubre de 2017 al Atlántico, con dos objetivos. Uno de estos prestar la vigilancia fluvial y marítima, y otro de entrenamiento para los grumetes de la Escuela ARC Barranquilla, con su sede en el corredor industrial de la Vía 40. 

“En este buque los marinos ejercen la práctica de la teoría, para que a futuro tengan conocimiento y la experiencia suficiente para cuando sean trasladados a las distintas unidades de la Armada. Aprenderán a realizar maniobras de zarpe, de atraque, fondeo y tránsito por el canal de navegación, entre otras”, dice el Contralmirante. 

El ARC ‘Cabo Tiburón’ está a cargo hoy de los tenientes Nelson Amaya y Julián Peña. Ambos tienen a su cargo una tripulación de ocho suboficiales. 

Amaya menciona que una embarcación como esta tipo ‘Point Class’ tiene buena autonomía puede permanecer en el mar un buen número de días, ya sea en posición estratégica o realizando una búsqueda, rescate, o en operaciones de seguridad y defensa nacional. 

Así mismo puede apoyar a Guardacostas de la Armada como buque nodriza, y tiene armamento de guerra, en caso de enfrentar alguna situación de defensa estratégica de la Nación.

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