De acuerdo con María Vides Pérez, de 32 años, el cuerpo de su único hermano ya fue enterrado este domingo. La noche anterior, la mujer, junto a sus vecinos, había alertado que el cadáver de Juan Gamarra Pérez llevaba más de 12 horas en una de las habitaciones de su casa, pues le habían asegurado que solo hasta el martes podían recogerlo, pese a ser sospechoso de COVID-19.
A raíz de una nota publicada por EL HERALDO, en la madrugada del domingo trabajadores de una funeraria, que habría sido contratada por la Alcaldía de Soledad, llegaron a la vivienda familiar, ubicada en el barrio Manuela Beltrán, de ese municipio, para retirar el cadáver, 24 horas después de la muerte. A la mañana siguiente se realizó el sepelio del hombre, el cual, según su hermana, fue costeado por la Administración municipal.
Pese a ello, María Vides lanza un nuevo grito de auxilio solicitando que a ella, a sus hijos, al dueño de la vivienda y al hijo de este se les practique la prueba de coronavirus que nunca le practicaron a su hermano, ahora fallecido.
'Ya la Secretaría de Salud tenía conocimiento de que mi hermano y el dueño de la casa eran sospechosos de COVID-19. Nos habían dicho que iban a venir a hacer los exámenes y a fumigar la casa, pero mira la hora que es y no han venido. Ni una cosa ni la otra. Ya se llevaron el cuerpo, pero necesitamos que nos hagan pruebas de COVID-19', manifestó.
Explicó que el primer habitante de la vivienda en presentar los síntomas del contagio por el nuevo coronavirus fue el dueño, Libardo Antonio Montoya Montes, de 55 años.
'El caso fue bien reportado desde hace rato y se pidió que vinieran a hacer la prueba, pero ninguno ha venido', comentó María.
De hecho, el mismo Libardo Montoya Montes aseguró que lleva 'un proceso bastante largo' enfrentando los síntomas que todos califican como correspondientes a la enfermedad de COVID-19.
'Hace unos 18 días reportamos que el hermano de la señora y yo presentábamos el cuadro de síntomas. Solicitamos que se hiciera el procedimiento aquí en la vivienda para no tener que salir a la calle, pero ninguno en Soledad se presentó aquí', indicó Montoya Montes.
En su lugar, aseguró, fueron contactados por funcionarios del Distrito de Barranquilla que les enviaron alimentos y les prometieron hacer una visita médica.
'Esa visita médica fue telefónica. Yo les conté lo que tenía y me formularon medicamentos, pero es la hora y no han venido a hacerme la prueba', contó, asegurando que su deseo es que les hagan prueba a todos para confirmar o descartar el virus y tomar las medidas necesarias.
Con respecto a ello, María Vides reiteró que les urge el testeo y la desinfección de la vivienda porque sus hijos son menores de edad y están en alto riesgo.