Ubicado entre el Río Grande de la Magdalena y el Centro de Barranquilla, este barrio no es solo un espacio geográfico: es una memoria viva, donde la historia y la cultura se abrazan a diario, tal como lo vivieron el alcalde Alejandro Char; el profesor de Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martin; el secretario general de la OCDE, Yoshiki Takeuchi y los asistentes al Foro de la OCDE que se dejaron cautivar por este museo a cielo abierto que hace de Barranquilla, y su historia, una verdadera autenticidad.
Barrio Abajo es un barrio de origen, el primer barrio de trabajadores de la ciudad; un lugar de raíces, ancestralidad y asentamientos. Es un barrio firme, que ha preservado su identidad desde que Barranquilla fue elevada a la categoría de ciudad en 1857.
Por eso, cuando el 26 de junio de 2021 fue declarado como Bien de Interés Cultural del Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla, no se hizo más que reconocer lo que su gente siempre ha sabido: que es un lugar especial, único, donde vive el alma de la Barranquilla auténtica. Su magia no está solo en lo que se ve, sino en lo que se siente.
Hoy, este territorio es el epicentro del proyecto ‘Barrio Abajo, Museo a Cielo Abierto’, una iniciativa de transformación urbana liderada por el alcalde Alejandro Char, con un gran componente participativo para fomentar la apropiación comunitaria y fortalecer las dimensiones histórica, turística y cultural de este emblemático barrio.
Un total de 14 murales surgieron de este ejercicio colectivo que, más allá del arte, representa la identidad y los sueños compartidos de toda una comunidad.
El Study Tour en el ecosistema cultural de Barrio Abajo tuvo como propósito crear un enlace a través de la cultura, la creatividad de la ciudad y su Carnaval, exaltando la fusión de saberes que convergen en su celebración más emblemática declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El recorrido se inició en el Museo a Cielo abierto, donde los asistentes pudieron disfrutar del talento de los artistas locales con el colorido de los murales que adornan el sector, la Fábrica de Cultura con muestras artísticas de la EDA y el Museo del Carnaval y la Casa del Carnaval que prepararon todo un circuito turístico abriendo sus puertas para recibir a estos invitados de honor que vibraron al son de la fiesta más grande de Colombia.
Una vez finalizada la visita al Museo, los asistentes pudieron conocer de cerca la riqueza gastronómica de Barrio Abajo, de la mano de matronas y cocineras tradicionales del sector donde pudieron probar algunas de las delicias del Caribe como dulces típicos, raspaos, agua de coco y alegría, demostrándole a esta delegación que en Barranquilla la alegría también se come.
“Este es un espacio maravilloso para conectar con la cultura y riqueza inmaterial del Carnaval de Barranquilla. Ha sido muy enriquecedor acercarnos al Carnaval, a la identidad de la ciudad y a la capacidad que han tenido sus dirigentes de visionarla, para lograr una ciudad que le da valor al desarrollo sostenible”, manifestó Natalia Salinas Bravo, quien visitó al país proveniente de México.
Los asistentes a la OCDE pudieron también apreciar una exposición de arte contigua al Museo del Carnaval, donde se expusieron obras llenas de colorido para demostrar que la ciudad respira arte en todas sus dimensiones. De esta manera, vivieron de cerca cómo la ciudad ha logrado convertir su riqueza inmaterial en una plataforma de desarrollo sostenible, tejido comunitario y proyección internacional.
La jornada concluyó con una muestra de una de las danzas tradicionales del Carnaval, el Caimán Cienaguero, que conquistó a la delegación con su teatralidad, belleza e historia.