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Para impulsar el turismo en Barranquilla y el Atlántico, representantes de este sector pusieron sobre la mesa una propuesta para que la vieja estructura del Puente Pumarejo no sea demolida en su totalidad y parte de ella se convierta en un atractivo turístico.

La iniciativa, liderada por el empresario turístico Edgardo Jaramillo, fue presentada a las autoridades nacionales y locales y busca también 'ahorrar' los gastos que se necesitarían para demoler toda la estructura una vez el nuevo Pumarejo sea entregado en diciembre, de acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional de Vías (Invías).

Jaramillo detalló que una vez avanzaban las obras del nuevo puente y que se conoció que no había presupuesto para tumbar la estructura que funciona actualmente se reunión con empresarios del sector y arquitectos para desarrollar la propuesta turística, fijándose en ejemplos de otros países como Estados Unidos en donde viejas estructuras se convierten en sitios de entretenimiento.

'Me reuní con Secretaría de Turismo y Puerta de Oro para proponer una idea de cómo podríamos salvar la estructura cortando solo el eje central del puente para cumplir con la función de la navegabilidad', sostuvo el empresario.

Dicha presentación —puntualizó— se les entregó a las autoridades del orden nacional, teniendo en cuenta que demoler el puente puede costar aproximadamente 'entre $50 mil millones y $100 mil millones'.

'Pensando en eso, hicimos la propuesta de mantener el puente y se requiere de nuevos cálculos estructurales mirar la forma en la que se puede cortar sin llegar a perjudicar el río (…) tampoco se puede desconocer el valor patrimonial del puente y su importancia para el desarrollo de la región', manifestó Jaramillo.

La Propuesta

Concretamente la propuesta consiste en una serie de operaciones turísticas y ambientales que buscarán dar un uso nuevo al monumento, ícono de la ingeniería colombiana.

El nuevo uso contemplaría proyectos urbanísticos que actuarían como una extensión de la calidad urbano-espacial del Gran Malecón del Río.

Asimismo, en materia de paisajismo, se incluiría material vegetal nativo en lo que sería un parque ambiental lineal elevado sobre el río Magdalena acompañado de intervenciones arquitectónicas que aprovechen la placa de la calzada existente, para la instalación de un mercado libre y estructuras ligeras que albergarían espacios abiertos, cubiertos, cerrados y muelle flotante a nivel del río.

De igual forma, se instalarían sobre el puente existente amenidades urbanas alternas como lugares de esparcimiento, deportes, entretenimiento, teatros al aire libre, galerías de arte y otros equipamientos relacionados al bienestar local y de los visitantes.

Por último, la intervención se encargaría también de planificar la producción de energías alternas y renovables como transmisión eléctrica, hidro-cinética, eólica y fotovoltaica, con el fin de hacer del proyecto una iniciativa modelo por su énfasis en sostenibilidad.

En estudio

Desde el Ministerio de Transporte y desde Invías se ha mencionado en varias oportunidades que este proyecto se encuentra en estudio. Edgardo Jaramillo, empresario del sector turístico y quien presentó la iniciativa privada, aseguró que a la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, le llamó la atención.

'Todavía no tiene aprobación porque el proyecto se aguantó porque el estudio de Invías todavía no lo han terminado. Ahora mismo para tomar una decisión hay que esperar que termine el estudio', indicó el empresario.