Desde la Costa Caribe, los ríos Magdalena y Sinú, dos de los sistemas fluviales más importantes del país y a la vez los más afectados por la intervención humana y el cambio climático, tendrán por primera vez un sistema de monitoreo hidroambiental integral.
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En cabeza de la Universidad del Norte, y en alianza con la Universidad de Córdoba, Cormagdalena, la CRA, Creatic y comunidades ribereñas, se lanzó un proyecto de investigación que durante los próximos tres años generará información clave para la restauración, conservación y toma de decisiones estratégicas sobre estos cuerpos de agua.
El proceso es liderado por el investigador Juan Camilo Restrepo, del Departamento de Física y Geociencias de la Universidad del Norte, y financiado con recursos del Sistema General de Regalías.
La apuesta es ambiciosa: llenar vacíos críticos de información sobre parámetros que Colombia nunca ha monitoreado de manera continua, como lo son la geoquímica, la hidrodinámica, la morfología y los sedimentos para así establecer un sistema capaz de anticipar riesgos y soportar la formulación de políticas públicas.
Tres décadas de investigación
La iniciativa no surge de cero, por parte de la Universidad del Norte, la investigación sobre el río Magdalena data de una historia de más de 30 años hacia temáticas como la ingeniería de ríos, la hidrosedimentología, hidromorfología, fenómenos estuarinos, oceanografía, estudios socioeconómicos, entre otros.
Y con la colaboración del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (Ideha), el Observatorio del Río Magdalena, a través de grupos de investigación como el de transporte, Tranvia; Geociencias - GEO4, el Grupo de Análisis Económico - Graneco, el Grupo de Redes de Computadores e Ingeniería de Software (Grecis), y el Grupo de Investigación en Telecomunicaciones y Señales, los cuales han producido información decisiva para entender el comportamiento del afluente y orientar intervenciones en su navegabilidad.
Por su parte, Restrepo, doctor en ciencias del mar, ratificó que esta nueva fase permitirá “analizar el Magdalena y el Sinú desde una perspectiva amplia, integrando parámetros geoquímicos, hidrológicos, hidráulicos y morfológicos, en un contexto de cambio climático y de intervención humana”.
Sin datos nacionales
Los primeros 18 meses del proyecto estarán dedicados a recolectar datos primarios en campo: mediciones de sedimentos, morfodinámica, geoquímica, calidad del agua y comportamiento hidráulico. Además contará con la participación de la Asociación de Pescadores de la Ciénaga de Mallorquín, la cual será clave en esta etapa al aportar conocimiento comunitario y apoyo en recolección de información.
Datos que a su vez, serán cruzados con imágenes satelitales, modelación numérica y sistemas de análisis multivariable, hasta consolidar un sistema unificado de monitoreo en tiempo real.
El proyecto también evalúa herramientas de participación comunitaria, como lo son el uso de aplicativos móviles para reportes desde celulares, y en donde cada reporte, georreferenciado alimentará una base de datos que permitiría identificar zonas críticas y frecuencia de eventos ambientales.
Restrepo alerta que actualmente Colombia no cuenta con un conocimiento sistemático de la geoquímica ni de los sedimentos de los ríos Magdalena y Sinú, un vacío que limita la capacidad de diseñar estrategias de manejo efectivas.
Es por ello que uno de los resultados esperados del proyecto es dejar un sistema operativo capaz de orientar acciones de mitigación, conservación y planificación hídrica.
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