Fortalecer la política para el acceso a la vivienda se constituye en uno de los pilares para la recuperación económica del país en medio de una creciente incertidumbre fiscal y la desaceleración del sector constructor.
Esa fue una de las conclusiones del panel de precandidatos presidenciales en el Congreso de Camacol, en el cual coincidieron en propuestas como la dinamización de este sector economía a través de la reactivación del programa Mi Casa Ya, la simplificación de trámites y la generación de empleo mediante proyectos urbanos sostenibles.
El primero en intervenir fue Felipe Córdoba, quien aseguró que programa Mi Casa Ya debe convertirse en una política de Estado y no de gobierno, con el fin de garantizar su continuidad y sostenibilidad en el tiempo.
En ese sentido, aseguró que su apuesta para fortalecer este sector corresponde a reactivar el consumo y eliminar la tramitología que frena el desarrollo urbano. Asimismo, planteó la meta de entregar más de 560.000 subsidios de vivienda durante los primeros dos años de gobierno, y no en cuatro, como suele hacerse.
“Si se invierten entre 400.000 y 500.000 millones de pesos, eso puede generar un impacto económico de hasta 5 billones de pesos, por todo lo que mueve la construcción y la vivienda en el país”, explicó.
Finalmente, coincidió con otros líderes del gremio en la necesidad de recuperar más de 750 obras inconclusas o elefantes blancos mediante el uso de tecnología satelital, drones y herramientas de monitoreo digital.
“Tenemos que acabar con la corruptela y con los peajes innecesarios del sector público que frenan la inversión”, aseveró.
Seguidamente, el precandidato Juan Manuel Galán resaltó que las estrategias para impulsar la compra de vivienda deben convertiste en una política de Estado, que cuente con una visión de largo plazo que trascienda los periodos administrativos.
“El Estado debe convertirse en un socio estratégico del sector de la construcción y de la vivienda. En materia de infraestructura, por ejemplo, debe poner a disposición el suelo público para contribuir al desarrollo de la infraestructura y al fortalecimiento del talento nacional en la construcción”, señaló.
También se refirió a las nuevas dinámicas de este mercado, resaltando que muchas familias ya no solo buscan un hogar para habitar, sino también una vivienda como inversión.
“Por eso, el alquiler debe convertirse en una oportunidad para que el 40 % de las personas que hoy viven en arriendo puedan acceder a la vivienda mediante opciones de compra”, dijo.
Y agregó que para proyectar el sector de la construcción como un verdadero proyecto de país requiere reglas de juego que sean claras y estables, trámites unificados, ventanillas únicas, digitalización de licencias “y, sobre todo, superar la fragmentación institucional que ha sido el principal obstáculo para su desarrollo”.
Reactivación de Mi Casa Ya
En su intervención, Daniel Palacios expuso que el Gobierno de Gustavo Petro ha sido más nocivo que la pandemia para el sector de la construcción. En ese sentido, señaló que el sector “no puede ser visto como el enemigo, sino como un aliado estratégico del desarrollo nacional”.
Por eso recalcó que “mientras tengamos un gobierno que vea al sector privado como un adversario, no vamos a poder avanzar. Aquí hay que comprender que, para que al país le vaya bien, a ustedes también les tiene que ir bien”.
Palacios también hizo un llamado a pensar desde ya en la reactivación económica del país, teniendo en cuenta que al Gobierno de Petro le restan menos de 300 días.
“Debemos dejar de hablar de Petro y comenzar a planear qué vamos a hacer el 7 de agosto: qué proyectos se van a ejecutar, qué obras se van a contratar y cómo vamos a recuperar el impulso de la construcción”, señaló.
Anunció además que, desde el inicio de su gobierno se reactivaría el programa ‘Mi Casa Ya’ y se buscará la entrega de más de 500.000 subsidios de vivienda en el cuatrienio, con el apoyo del sector constructor.
Enfrentar problemas estructurales
A su turno, el precandidato Juan Daniel Oviedo mencionó que junto a su equipo ha venido estructurando el Plan Construcción 2050, una hoja de ruta para evitar que el país llegue a mitad de siglo “vieja, pobre e informal”.
Por eso planteó la necesidad de resolver los problemas estructurales que enfrenta el sector constructor.
“El primer problema es el costo del suelo. Por eso proponemos la creación de un Banco Nacional de Tierras, con tratamiento preferente para el suelo urbano e imperio urbano público, que permita conformar equipos conjuntos entre el Gobierno Nacional y las autoridades locales, con el fin de garantizar la disponibilidad de suelo para el desarrollo urbano planificado”, dijo.
Otro de los puntos que puso de presente fue el “alto costo de los materiales de construcción”, advirtiendo que el país enfrenta un escenario de energía y gas cada vez más caros, lo que impacta directamente la producción de cemento y concreto: “Necesitamos energía barata para que la construcción siga siendo competitiva”.
También cuestionó la “excesiva tramitología” que afecta al sector y recordó que la ventanilla única de trámites no se ha hecho realidad.
“No hemos querido convertirnos en un Estado transparente e inteligente, al servicio de las tareas que este sector plantea”, afirmó.
Superar frenos al sector
El conservador Efraín Cepeda fue enfático al decir que, durante los últimos ocho años, el sector de la construcción ha enfrentado enormes dificultades, agravadas por lo que calificó como “un desafuero del actual gobierno” al haber desmantelado el programa Mi Casa Ya.
“Antes, una familia podía acceder al programa con uno y medio o dos salarios mínimos. Hoy se necesitan entre tres y medio y cuatro salarios. Es decir, a los pobres que este gobierno juró defender son precisamente a quienes más ha golpeado”, señaló.
Agregó que la clase media ha sido duramente golpeada con medidas como la eliminación de los subsidios a las tasas de interés: “La construcción dinamiza la economía, la vivienda ensambla la economía, como dijo un presidente hace muchos años”.
En ese sentido, anunció que su propuesta contempla restablecer los subsidios y revivir el programa Mi Casa Ya como una política estructural de Estado. “¿Cómo me sueño un barrio? —preguntó—. Como uno de Barranquilla: con calles pavimentadas, transporte eficiente, parques, hospitales y oportunidades de empleo cercanas”.
Focalizar los subsidios
A esto se suma el planteamiento de Enrique Peñalosa, quien subrayó que el desarrollo de las ciudades permiten sostener la la competitividad del país.
“Hoy la competencia más importante es por la gente. Personas tan buenas en lo que hacen que pueden escoger dónde vivir. Y ustedes están creando precisamente eso: maneras de vivir más felices y mejores”, afirmó.
El dirigente advirtió que Colombia enfrenta un déficit de 1.5 millones de viviendas y que, en los próximos diez años, los hogares crecerán en cuatro millones, duplicándose hacia 2050.
“No importa cuánto suban los precios: la oferta de tierra con acceso al empleo, al transporte y a los servicios no aumenta. Por eso debe haber intervención, ya sea mediante esquemas tipo Lagos de Torca, en alianza con el sector privado, o incluso con la compra directa de tierras por parte del Estado, como se hizo con Metrovivienda”, explicó.
También insistió en la importancia de reactivar los subsidios de vivienda, no solo por su impacto social, sino porque dinamizan la economía y el empleo. En una primera fase, propuso focalizar el programa Mi Casa Ya en hogares de hasta dos salarios mínimos, para beneficiar a los sectores más vulnerables.
Ambicioso plan a nivel nacional
La precandidata Claudia López dijo que se debe proyecta un ambicioso plan a nivel nacional en materia de vivienda, que se debe articular una política económica que reduzca las tasas de interés y permita aliviar la carga de la deuda pública.
“Estamos pagando cifras absurdas por la deuda del Gobierno, y eso limita nuestra capacidad de inversión. Debemos garantizar estabilidad para todos los sectores privados, pero especialmente para el de la vivienda”, agregó.
López propuso, además, fortalecer los programas de mejoramiento de vivienda, teniendo en cuenta el alto déficit cualitativo del país. “Hay que crear mecanismos diferenciados según el tamaño de las ciudades. Una cosa es una vivienda rural nueva, otra en una ciudad intermedia, y otra muy distinta en Soledad o Soacha”.
También planteó liberar la competencia entre constructores, promover alianzas con alcaldías a través de bancos de tierras u operaciones urbanas, y asignar subsidios a los proyectos más eficientes, sostenibles y de mayor calidad.
Pilar de reactivación económica
Por último, David Luna dijo que ante la crisis fiscal que enfrentará el país, el sector de la construcción será clave para reactivar la economía.
“Estoy absolutamente convencido de que este sector, junto con otros, será fundamental para reactivar la máquina, para volver a prenderla. Y para eso no se requieren decisiones demasiado innovadoras en política pública, porque la política pública que existía ya había demostrado con creces su éxito”.
Recordó que esas políticas beneficiaban a los ciudadanos con mayores dificultades mediante subsidios a la cuota inicial o a la tasa de interés, pero también destinaban recursos para garantizar espacios públicos de calidad.
“Fue una política que equilibró la rentabilidad con el bienestar colectivo, permitiendo que quienes habitaran esos proyectos disfrutaran de entornos adecuados y dignos”, cerró.
















