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Quien se suba a un bus colectivo en Barranquilla, sobre todo en los barrios del suroriente o el suroccidente, sabe que el viaje no será del todo cómodo. El calor se mezcla con el ruido de motores antiguos y las vibraciones constantes de vehículos que ya superan una década de servicio.

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“Uno sale bien vestido de la casa, pero llega sudado al trabajo. A veces ni abren las ventanas porque están trabadas”, cuenta Carmen González, usuaria que a diario usa la ruta desde la Vía 40.

El deterioro no solo se siente en la comodidad, sino también en la movilidad de la ciudad. Colectivos que se quedan varados en plena vía, demoras en los recorridos y sobrecupo en horas pico hacen parte del paisaje diario.

Johnny Olivares

Para estudiantes como Andrés Martínez, el transporte significa tiempo perdido: “Si el bus se demora o se llena, llego tarde a clase. Uno no puede depender de algo tan incierto”.

Barranquilla enfrenta el reto de transformar la experiencia de miles de pasajeros que dependen del transporte colectivo para ir al trabajo, estudiar o simplemente moverse por la ciudad. Una modernización que, más allá de los anuncios, debe sentirse en el día a día de quienes hacen malabares para llegar a tiempo en buses que ya parecen haber cumplido su ciclo.

Asimismo, se debe mejorar la calidad del servicio para los usuarios sin dejar desatendidos a los sectores que aún dependen del transporte colectivo como principal medio de desplazamiento. Para los barranquilleros, el cambio no solo debe verse en buses nuevos sobre las principales avenidas, sino sentirse en cada viaje diario.

El inicio de la modernización

A partir de octubre comenzará la entrega de los primeros 100 buses de transporte colectivo con tecnología Euro 6 en Barranquilla, una medida que responde a la normativa nacional que desde el 1 de enero de 2023 obliga a que todos los vehículos nuevos de pasajeros cuenten con motores de esta categoría, mucho más amigables con el medio ambiente.

Así lo confirmó Juan Carlos Calderón, gerente de la empresa Alianza Sodis, quien explicó que esta nueva flota se adquirió gracias al “factor de calidad”, un recurso que se nutre de la tarifa pagada por los usuarios. Los vehículos se entregarán entre octubre y diciembre, y en los próximos años continuará el proceso de reposición de manera paulatina.

Johnny Olivares

Sostuvo que actualmente en la ciudad circulan alrededor de 2.700 buses colectivos y precisó que los vehículos con motores antiguos continuarán prestando el servicio hasta agotar su vida útil, estimada en 20 años, para luego salir de circulación de manera gradual.

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“La norma es obligatoria y el compromiso es con el medio ambiente, pero también con la modernización del transporte. Estos buses cuentan con aire acondicionado y mayor confort para los usuarios. Lo más importante es que la ciudadanía entienda que son de la ciudad y que hay que cuidarlos”, afirmó el directivo.

Sobre los costos, explicó que la inversión representa un reto para los transportadores, ya que los vehículos Euro 6 casi duplican el valor de los anteriores. Sin embargo, aclaró que la tarifa del pasaje, que hoy está en $3.300, no puede trasladar de forma directa este incremento al usuario, pues se trata de un tema social.

Calderón reiteró que el gremio transportador está comprometido con avanzar en este proceso de renovación tecnológica y ambiental, que busca mejorar la calidad del servicio y reducir la huella contaminante del sistema.

“En Alianza Sodis también estamos trabajando en mejorar el servicio para todos nuestros usuarios con más modernización y teniendo en cuenta el medio ambiente. Transmetro también recibirá en diciembre 40 nuevos articulados, reforzando así la modernización del parque automotor de la ciudad”, recordó.

Por su parte, la empresa Transporte La Carolina también se unió al plan de modernización de su flota con la incorporación de buses de última tecnología, en una apuesta por la sostenibilidad, la seguridad vial y la mejora en la experiencia de los usuarios.

Johnny Olivares

John Guerrero, gerente de la compañía, explicó que la estrategia de renovación se articula con los esfuerzos de la Alcaldía de Barranquilla y el Área Metropolitana de Barranquilla, aunque se desarrolla de manera independiente.

“Buscamos salir de lo convencional y ofrecer buses con mayor comodidad y seguridad para los pasajeros. Hicimos un benchmarking internacional, incluso viajamos a China para conocer tecnologías de punta. Actualmente, contamos con un prototipo a gas Euro 6, con aire acondicionado, accesibilidad para personas con movilidad reducida y sistemas avanzados de seguridad”, señaló Guerrero.

El primer bus ya rueda en la ruta Miramar, considerada una de las más exigentes de la ciudad. Según el directivo, la aceptación de los usuarios ha sido “total” y la meta es que, antes de finalizar el año, entren en operación 14 nuevos vehículos: cuatro a gas y diez diésel Euro VI, todos con capacidad para 50 pasajeros, pero con mayor amplitud interior.

Por ser este nuevo prototipo de alta gama, la unidad tiene un valor aproximado de 700 millones de pesos, inversión asumida directamente por la compañía. Estos buses incluyen frenos de disco, asistente en pendientes, cámaras, sensores y monitoreo en tiempo real.

El representante sostuvo que uno de los objetivos más ambiciosos de La Carolina es incorporar mujeres como conductoras de los nuevos buses. Actualmente, la empresa adelanta procesos de selección y adecuación de infraestructura para garantizar condiciones adecuadas de trabajo.

“Queremos que la modernización no sea solo tecnológica, sino también social. Nuestro proyecto insignia es la vinculación de mujeres como operadoras. Estamos adecuando vestidores y baños para ellas, y adelantamos capacitaciones, porque estos vehículos requieren experiencia en manejo de buses pesados”, explicó Guerrero.

A la fecha, la empresa cuenta con 150 vehículos en operación y más de 150 conductores, número que crecerá con la nueva flota. Desde 2023 está certificada en la norma internacional ISO 39001 de seguridad vial, lo que implica protocolos de control operativo, seguimiento de velocidad, capacitación constante y planes correctivos.

“Con respecto a la reducción de elementos contaminantes de un vehículo tradicional diésel y uno a GNV como el que tenemos en la actualidad, tenemos un valor de óxidos nitrosos del 76 % Partículas (PM). Un autobús a gas natural Euro VI puede reducir las emisiones de PM en más del 95 %, y en algunos casos casi 100 %, respecto a un diésel Euro IV”, resaltó.

Guerrero destacó que La Carolina busca alinearse con las directrices de movilidad sostenible de la ciudad. “Estos buses no solo reducen emisiones contaminantes, también dignifican el transporte público, garantizan seguridad y le brindan al usuario una experiencia más cómoda”, puntualizó.

Confort para conductores

La llegada de los primeros buses Euro 6 al transporte colectivo de Barranquilla no solo representa un avance en materia ambiental y de modernización, sino también una mejora significativa en la experiencia de los conductores.

Así lo expresó Wilson Causado, instructor de la empresa de transporte La Carolina, quien lleva dos años vinculado a la compañía. Para él, manejar los nuevos vehículos es una experiencia posit.iva.

“Es una experiencia muy bonita, se trata de innovar y estamos en eso. Los vehículos modernos traen tecnología, son confortables y se sienten más suaves al conducirlos. Ahora cuentan con transmisión automática, lo que permite al operador sentir más descanso”, explicó.

El instructor resaltó que el proceso de adaptación es sencillo y depende principalmente de la capacitación. “Solo hay que recibir la capacitación respectiva. La conducción, en esencia, es la misma”, añadió.

Otros conductores aseguraron que, debido a los nuevos sistemas que incorpora la nueva flota, se sienten con mayor seguridad al momento de recorrer las calles de la ciudad y su área metropolitana, debido a que es menor el riesgo de accidentes o fallas mecánicas.

Con estos testimonios, el gremio transportador reafirmó que la modernización de la flota no solo impacta a los usuarios con mayor comodidad, sino también a quienes operan diariamente los buses en la ciudad.

El compromiso del Distrito

La Alcaldía de Barranquilla confirmó que el plan es la renovación escalonada de toda la flota del transporte público colectivo, con el fin de ofrecer a los barranquilleros un sistema más moderno, eficiente y ambientalmente sostenible. El primer lote de buses modernos y de bajas emisiones entrará en servicio en diciembre de 2025, marcando el inicio de una nueva era para el transporte público en Barranquilla.

La reposición iniciará en 2025 con una inversión de $50 mil millones, que garantizarán los primeros 100 vehículos. Luego se sumarán 200 buses en 2026, 250 en 2027, y de manera progresiva se reemplazará el 100 % del parque automotor en un periodo de 9 años.

Este modelo, pionero en el país e impulsado por el alcalde Álex Char, convertirá a Barranquilla en referente nacional al contar con una flota de bajas emisiones de material particulado, lo que se traduce en un aire más limpio y una mejor calidad de vida para todos.

La renovación está a cargo de los actores del Sistema de Transporte Metropolitano, encabezados por la Autoridad de Transporte AMB y las 23 empresas transportadoras, que vienen trabajando de manera articulada para garantizar el cumplimiento de la meta: un transporte colectivo más limpio, seguro y moderno.

Cada vehículo contará con capacidad para transportar entre 50 y 60 pasajeros y estará equipado con tecnología Euro 6, que garantiza bajas emisiones de material particulado y menor contaminación. Además, incorporará aire acondicionado para mejorar la comodidad durante los recorridos y Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS), que incluyen conexión Wifi, cargadores USB, botón de pánico y cámaras de seguridad.

Asimismo, dispondrá del kit SIBUS, compuesto por validadores de medios de pago y un sistema de conteo de pasajeros que optimiza la operación del servicio.