La Casa Viñas, ubicada en el barrio Bellavista, se alista para volver a relucir como una joya patrimonial. A pesar del mal estado y abandono que denota desde hace algunos años, en la edificación se iniciaron una serie de intervenciones para recuperar su esplendor.
Desde hace algunos meses, un acto administrativo de la Curaduría Urbana #1 de Barranquilla aprobó la restauración y adecuación de esta vivienda, construida por el icónico arquitecto cubano Manuel José Carrerá, para convertirla en un lujoso restaurante en toda la esquina de la calle 72 con carrera 61B.
El proceso dio inicio, de forma oficial, hace una semana. Un equipo periodístico de EL HERALDO habló con los trabajadores de la obra para conocer más detalles.
En primer lugar, el proyecto contempla la renovación completa del techo de la vivienda con las mismas tejas que se utilizaron originalmente; sin embargo, por la falta de material para llenar toda la superficie se encargó la elaboración de algunas láminas con las mismas características del techo original.
También, la fase inicial incluye la reparación de los marcos de ventanales antiguos con gran valor arquitectónico, así como las baldosas de los pisos.
Posteriormente, el proceso de restauración utilizará técnicas para reforzar el pórtico de concreto y la cimentación actual de zapatas aisladas, así como reparaciones internas en el área más extensa del patio.
La propuesta arquitectónica no contará con celdas de estacionamiento para los visitantes, sin embargo, se espera que haya otro espacio destinado para el estacionamiento de vehículos.
Por otro lado, una vez se termine la adecuación de la fachada se procederá a reparaciones menores, tales como pintura y organización del jardín exterior como espacio para los comensales.
Sumado a esto, la licencia de construcción tiene vigencia por 24 meses, sin embargo, está previsto que la obra culmine en los próximos cuatro meses.
Mientras tanto, la casa se mantiene bajo estricta vigilancia por personal de seguridad y los trabajadores de la obra, teniendo en cuenta que a su lado se ubica otra casa en la que funciona un restaurante italiano.
Cabe resaltar que el acto administrativo de la Curaduría Urbana #1 de Barranquilla específica que en este proyecto se deben cancelar $12 mil millones por el concepto de impuesto de delineación urbana.
Voces de la comunidad
El paso del tiempo no da tregua. Para algunos habitantes de la zona como Libardo Carreto, el aspecto de la casa era triste, a comparación de la sintonía que transmite el mismo barrio donde se encuentra, así que espera que el proceso de restauración le cambie la cara a esta edificación de carácter patrimonial.
“En ocasiones se veía muchos indigentes por la casa durmiendo o incluso partes de la casa que se estaban cayendo, y eso me afectaba bastante porque uno ve las palmeras majestuosas que tiene, el jardín tan amplío y verde, pero por dentro estaba vacía. Esperamos que vuelva a ser lo que era. Personalmente no la vi en todo su esplendor, así que por eso quiero que la restauren, es traer a la memoria un recuerdo valioso de la historia barranquillera”, comentó el ciudadano.
Asimismo, otros transeúntes de la zona recordaron que esta joya urbanística se encuentra protegida por el Plan Especial de Manejo de Protección (Pemp) del barrio Prado, Alto Prado y Bellavista, avalado por Mincultura.
Con respecto a esto, un vecino cercano, quien preserva una casa patrimonial como restaurante en la misma zona, contó que “sí es posible restaurar las edificaciones patrimoniales para ponerlas al servicio de la ciudadanía nuevamente como museos, restaurantes o fundaciones, son muchos los beneficios en materia de impuestos que brinda la ley por la preservación de estos espacios y su valor arquitectónico para la sociedad”.
La historia de este inmueble ubicado en el barrio Bellavista
La casa de Antonio Viñas López fue una de las primeras construidas por el cubano Manuel Carrerá y data de 1938, de acuerdo con el registro aerofotográfico de Scadta.
Fue edificada por el alemán Otto Mangels y luego adquirida por Juan Carlos Viñas.
De igual manera, en el historial de la edificación se encuentra que su cubierta fue desmontada en 2018 por el avanzado deterioro causado por la humedad que presentaba la estructura en madera desde el año 2013.
Además, los muros interiores fueron demolidos ese mismo año sin los debidos permisos, por lo que las autoridades suspendieron la intervención y abrieron un expediente por ser de conservación especial.
Actualmente, las casas patrimoniales en la ciudad han cobrado una nueva vida ayudando en el desarrollo económico de la ciudad con diferentes usos comerciales.
Cabe recordar que el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes ha puesto la lupa en, al menos, 10 inmuebles declarados Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional en Barranquilla, en los sectores del Centro y El Prado, debido a intervenciones no autorizadas.