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El panorama no puede ser más desolador. Solo basta con recorrer la vía Oriental para toparse con imágenes preocupantes. Tierras áridas, reses flacas y cuerpos de agua con bajos niveles son muestra del impacto que la sequía ha tenido en el departamento del Atlántico.

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En el último año, los atlanticenses han sido duramente golpeados por la variabilidad climática. En el cierre de 2022, fuertes lluvias se presentaron en el departamento. Esto conllevó a que se registraran inundaciones de cultivos y viviendas en varios municipios.

En el presente año, las condiciones secas han llevado a que muchos animales enfermen debido a que se están alimentando de un pasto seco que no cuenta con los nutrientes necesarios para ellos.

Los agricultores y ganaderos se encuentran alarmados debido a que este mes, caracterizado por fuertes lluvias, ha llegado con fuertes temperaturas. Por eso esperan un aguacero que hidrate sus tierras y les permita contar con las condiciones para adelantar sus labores sin ningún inconveniente.

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Norman Polo, ganadero de Santa Lucía, dijo que estos primeros cinco meses del año para el campo en el departamento han sido contrarios, primero por inundaciones y ahora por la sequía.

'En la zona comenzó a escasear el pasto y la fruta con la que alimentamos al ganado, como el campano y el guácimo', contó.

Polo aseguró que en medio de esta situación ha perdido 26 animales. Sostuvo que esta es una situación generalizada, puesto que todos los agricultores y ganaderos están 'pasando por un mal momento'.

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Las pérdidas

A mediados del año anterior, un ganadero vendía entre 16 a 18 cantinas de leche diarias a las empresas productoras de lácteos. En la actualidad, esa cantidad ha bajado a cuatro debido a las dificultades para la producción de la leche.

'Ahí está la fuente de ingresos. Nos toca recortar personal, mal vender el ganado. Santa Lucía, Manatí, Candelaria, Repelón y Campo de la Cruz están en la misma situación', explicó Polo.

El ganadero sostuvo que esta problemática podría generar desabastecimiento de leche, lo que redundaría en el incremento de su precio y de los productos que son elaborados con esta materia prima.

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Alexbeiro Pino Cueto, ganadero de Santa Lucía, sostuvo que ha tenido que comprar productos como melaza, cebada, pasto, silo y sales mineralizadas para poder alimentar a sus animales y evitar que decaigan, generando una afectación a su economía.

'La melaza, por ejemplo, es un producto proveniente de los ingenios del Valle del Cauca y ha disminuido en su producción y venta. Estos productos se compran mensualmente y la inversión está alrededor de los $4 y $6 millones para un promedio de 30 a 50 reses', explicó el ganadero, quien también es propietario de un restaurante.

Por su parte, Armando Mosquera, ganadero de Campo de la Cruz, en diálogo con EL HERALDO aseguró que la sequía ha acabado con cultivos. Añadió que la falta de un Distrito de Riego en el municipio ha generado afectaciones al sector agropecuario.

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'Nadie quiere invertir y necesitamos ayudas urgente. Es preocupante porque se están muriendo los animales', expresó el líder ganadero.

A su turno, Rafael Marriaga, otro líder de Campo de la Cruz, indicó que 'la verdad es que no hay cultivos por el fuerte verano, no hay agua para abastecerse y los ganaderos deben comprarlo en otros municipios'.

Niveles del río Magdalena

Mariela Pino, observadora voluntaria en la estación San Pedrito –ubicada en el municipio de Suan–, informó que los niveles del río Magdalena en esta zona del departamento se encuentran en 4.75 metros.

Aunque los pobladores sostienen que es una medida normal en esta época del año, lo cierto es que contrasta con los 6.97 metros que el río marcaba en mayo del anterior. Es decir, en un año bajó un poco más de dos metros.

Alerta por sequía

Ayari Rojano, bióloga de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), explicó que el departamento es altamente deficitario en agua. Recordó que muchas microcuencas tributarias son efímeras, es decir, que solo llevan agua durante la época de lluvias y de lo contrario permanecen secos.

Rojano enfatizó que la sequía está condicionada por un fenómeno de variabilidad climática en el que lloverá, pero las precipitaciones estarán por debajo de los promedios históricos.

La funcionaria puso de presente que la CRA emitió en enero una alerta por una posible mortandad de peces que podría generarse por la falta de oxígeno: 'Normalmente cuando se da este tipo de fenómenos se disminuye el espejo de agua y se concentran los contaminantes. Como nuestros cuerpos de agua tienen mucha carga orgánica bajan los niveles de oxígeno'.

Rojano fue enfática en afirmar que en los próximos días la entidad emitirá un plan de contingencia en donde establecerán las medidas que se deberán adoptar para evitar los usos suntuosos o recursos innecesarios como llenado de piscinas y el riego nocturno.

'Estaremos condicionando estas captaciones que tengan como uso final los usos suntuosos para garantizar la permanencia del recurso hídrico para los usos necesarios del departamento', precisó.

De esta manera, la autoridad ambiental buscará preservar el uso de agua por la fuerte sequía.

'Nos concentramos en el Sur'

Luis Humberto Martínez, secretario de Desarrollo Económico, aseguró que desde la administración departamental se están concentrando los esfuerzos en los municipios del sur del Atlántico pues han sido golpeados por el fuerte verano.

También sostuvo que para hacer frente a esta situación –en asocio con Agrosavia– entregaron suplementos alimenticios a 1.400 campesinos, así como a pequeños y medianos ganaderos. Entre las ayudas entregadas se encuentran silos, henos y suplementos para amortiguar el fuerte verano.

'Las lluvias han demorado en llegar, esperábamos que se presentaran en abril, pero no fue así y eso ha dificultado el proceso de recuperación de pastos y potreros. La esperanza que tenemos es que llueva', expresó.

Agregó que hasta su oficina no han llegado reportes por muerte de animales, sin embargo pidió a las Umatas que estén alertas con los ganaderos y agricultores.

¿Qué dicen los expertos?

Diana Carolina Rueda, jefa de la Oficina de Alertas y Pronósticos del Instituto de Hidrología y Estudios Ambientales (Ideam), explicó a EL HERALDO que el departamento del Atlántico atraviesa por un periodo de normalidad de tiempo de menos lluvias, la cual se extenderá hasta mediados de junio.

'Una vez empiece junio hace su transición a la temporada de lluvias donde se posiciona la zona de convergencia intertropical en el sector norte del país', explicó la funcionaria.

Con relación al fenómeno de El Niño, la jefa de Alertas y Pronósticos indicó que cuenta con una probabilidad del 82 % de ocurrencia para el segundo semestre del año.

'Entonces lo que esperamos es que el fenómeno arranque para el siguiente semestre y nos dé, de alguna manera, un pulso en temas de refuerzo de sequía', puntualizó.

Aumenta la probabilidad de presentarse un fenómeno de El Niño

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó que existen crecientes posibilidades de que el fenómeno de El Niño, tradicionalmente asociado a un aumento de las temperaturas, se registre en los próximos meses y produzca al menos dos años de mayor calor, después de haber sufrido el planeta ya entre 2015 y 2022 los ocho años más cálidos desde que se tiene registro.

'Esperamos un grave aumento de la temperatura global en los próximos dos años', sostuvo el director del departamento de servicios de predicción de la OMM, Wilfran Mufuma, quien no obstante subrayó que hay que esperar nuevos estudios para cuantificar este mayor calentamiento.

Según un informe presentado por el experto, el fenómeno de El Niño –que en unas regiones del planeta suele acompañarse de inundaciones y en otras de sequías– tiene un 60 % de posibilidades de desencadenarse antes de julio, y la probabilidad aumenta al 80 % hacia septiembre.

La duración y la intensidad de este periodo de El Niño aún no se pueden pronosticar, aunque habitualmente suele extenderse entre nueve meses y un año.