Un crimen ecológico que causa indignación entre los animalistas fue reportado en las últimas horas por unidades de la Armada Nacional luego de incautar en las últimas horas cinco tiburones con las aletas cortadas que fueron extraídos de manera ilegal en un área protegida de Puerto Velero, Atlántico.
En desarrollo de una operación de patrullaje y control realizada por personal de la Estación de Guardacostas de Puerto Velero, con acompañamiento de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca – AUNAP- en el operativo fueron capturadas ocho personas, tres de ellas de nacionalidad venezolana que se encontraban en la embarcación 'Sarraly'.
Esta práctica pesquera denominada cercenamiento de las aletas de tiburón consiste en atrapar los animales, cortarle sus aletas y devolverlos mutilados al mar, donde mueren por asfixia
Los capturados, que se encontraban ejerciendo la actividad de pesca en zona prohibida, fueron dejados a disposición de la autoridad competente.
Las autoridades marítimas reiteraron su compromiso con la protección del medio ambiente, al tiempo que hicieron un llamado a la comunidad para evitar que con estas acciones se siga haciendo daño a nuestra flora y fauna.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de organizaciones conservacionistas independientes estiman que cada año se capturan entre 100 y 150 millones de tiburones.
La demanda de sopa de aleta de tiburón y de cartílago para fabricación de productos farmacéuticos han generado una catástrofe ecológica para esta especie, por lo que en muchos países está prohibida esta práctica considerada ilegal.


















