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El microchip es implantado en la mano para la realización de todos los pagos. Shutterstock
Tecnología

Implantes de microchip, la nueva apuesta de pago

El novedoso método permite pagar a través de la mano, lugar en donde se incrusta el elemento. Se exponen diversos escenarios.

Los alcances de la tecnología son cada vez más innovadores. Los nuevos métodos que le ha impuesto a la realización de actividades cotidianas se siguen constituyendo grandes influyentes en el quehacer diario del ser humano.

Es así como adquirir bienes, productos y servicios mediante dinero en efectivo se ha convertido en una vieja modalidad para aquellos que prefieren hacer uso de medios digitales o de una tarjeta bancaria. Ahora, pagar solo con la palma de la mano se incluye en uno de los más novedosos tipos de pago.

Patrick Paumen es uno de los ciudadanos que más ha causado impacto por la utilización de esta técnica. Paumen es un guardia de seguridad de 37 años que reside en los Países Bajos y se identifica como biohacker cyborg, alguien que impregna piezas de tecnología en su cuerpo para intentar mejorar su rendimiento.

Actualmente acumula 21 implantes y 11 imanes con los que puede efectuar sus pagos gracias a la implantación de un microchip sin contacto que posee debajo de la piel desde el 2019.

El hombre realiza compras en tiendas y restaurantes y solo tiene que poner su mano izquierda cerca del lector de tarjetas sin contacto para que se vea reflejada su pago.

En entrevista con la BBC, el hombre manifestó que: “¡Las reacciones que recibo de los cajeros no tienen precio!”.

Pese a que el primer ser humano que se implantó un microchip lo hizo en 1998, su uso comercial ha sido habilitado solo desde la última década.

Para ello, la firma británico-polaca Walletmor se ha convertido desde el año anterior en la primera compañía que ofrece este elemento.

“El implante se puede usar para pagar una bebida en la playa de Río, un café en Nueva York, un corte de cabello en París, o en su supermercado local”, dijo a la BBC el fundador y director ejecutivo Wojtek Paprota.

Este circuito pesa menos de un gramo y su composición contiene un pequeño microchip y una antena recubierta de un biopolímero, un material de origen natural, similar al plástico.

¿Es viable?

La comodidad y rápidez que ofrece este método es innegable para muchos, sin embargo, otros sienten temor de implantar el elemento en su cuerpo.

No obstante, una encuesta realizada en el Reino Unido y la Unión Europea durante 2021, arrojó que 51% de los entrevistados lo consideraría realizarlo.

Además, varios usuarios temen de la invasividad y la seguridad de sus datos.

Patrick Paumen acuñó que difiere de estas premisas.

“Los implantes de chips contienen el mismo tipo de tecnología que la gente usa a diario”, dijo.

Entre tanto, profesora de política, gobernanza y ética en la Escuela de Negocios Henley de la Universidad de Reading, Nada Kakabadse, indicó que el futuro de los chips puede desencadenar acciones negativas.

“Hay un lado oscuro en la tecnología que puede dar lugar al abuso, manipulación y opresión”, sostuvo.

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