Superar las disparidades de género y la violencia contra la mujer continúa siendo un desafío mayúsculo para los gobiernos y la sociedad en general. Sin duda, en este propósito, la educación juega un papel importante, al permitir a la mujer que, con sus capacidades y responsabilidades, aborde nuevos roles en la sociedad.
Múltiples investigaciones han demostrado que el cerebro del feminicida encuentra en la violencia una forma de manifestar su sinsabor. Son estudiados, tienen empleo y carecen de antecedentes sociales o penales. Incluso en el trabajo se llevan bien con sus compañeros.
Mi yo femenino y el de muchas mujeres en el mundo seguirá encendido hasta que vivir sin miedo y con los derechos garantizados se vuelva costumbre y se desnormalicen todas las formas de violencias basadas en género, el mundo necesita sanar-se del patriarcado y tejer realidades igualitarias y de genuino respeto por las diferencias.
La Policía Metropolitana de Montería hace un llamado a la comunidad para fomentar la tolerancia y moderar el consumo de bebidas embriagantes.
Desde talleres, velatones y conversatorios, la Alcaldía de Barranquilla le apuesta a la concientización de la no violencia contra esta población.