El mando polaco mencionó que las áreas amenazadas son las provincias del este Podlaquia, Mazovia y Lublin.
Esta región, colindante con las ucranianas de Sumi y Járkov, es periódicamente atacada con drones y fuego de artillería, según denuncian sus autoridades.
La postura rusa no ha dejado de endurecerse desde la cumbre de mediados de agosto en Alaska entre Putin y el presidente de EE. UU., Donald Trump.
El mandatario subrayó que “si el sentido común impera, se podrá alcanzar un acuerdo aceptable para este conflicto”.
Su contrato fue terminado anticipadamente porque a oídos de militares ucranianos llegaron las declaraciones que hizo en un medio colombiano que no les cayó para nada bien.