En el adiós definitivo al santo padre argentino convergen 50 jefes de Estado, los pobres, población migrante y los cardenales llamados a ser su sucesor.
Una vez termine la misa, el féretro será llevado en un cortejo fúnebre por el centro de Roma hasta la basílica de Santa María La Mayor, donde decidió que se le enterrara.
Francisco ha sido expuesto públicamente dentro de un ataúd sencillo de madera, mientras que hasta Benedicto XVI los papas eran expuestos sobre un catafalco, pero Bergoglio cambió el protocolo.
Desde el martes por la mañana, cuando fue trasladado el cuerpo de Francisco hasta la basílica, más de 250.000 personas acudieron al Vaticano para rendirle homenaje, según la Santa Sede.
La sepultura es pequeña y sencilla, con una lápida en el suelo con la inscripción ‘FRANCISCUS’.