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La desinformación, los tabúes y falta de acceso a la salud son algunas de las barreras que impiden detectar el cáncer de próstata y reducir las cifras tanto de casos como de muertes en Colombia, las cuales siguen en ascenso.

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Aunque se trata de un tumor que, diagnosticado de forma temprana, puede alcanzar tasas de curación cercanas al 90 %, el país aún arrastra barreras que retrasan la atención de miles de hombres.

Según cifras recientes del Instituto Nacional de Cancerología, en Colombia cada año se registran más de 16.400 nuevos casos de cáncer de próstata y más de 71.000 hombres viven actualmente con esta enfermedad,

Lo más preocupante es que muchos pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de tratamiento son más limitadas. Las causas de este panorama están asociadas al silencio, el estigma y la desinformación que aún rodean el tema.

El oncólogo clínico Javier Granados, director científico del Instituto Oncológico del Caribe, advierte que la principal dificultad está en los tiempos: desde el diagnóstico hasta el inicio del tratamiento.

CortesíaJavier Granados Gómez, médico Internista y oncólogo clínico

Para el especialista, uno de los mayores obstáculos es la tardanza en activar la ruta de atención desde el momento en que se tiene el resultado de la biopsia.

“Lo ideal es que el paciente inicie tratamiento dentro de los primeros 30 días posdiagnóstico”, explica. Sin embargo, esa no es la realidad del país.

En los mejores escenarios, dice, el proceso se demora entre 40 y 45 días, pero hay regiones donde los hombres pueden esperar hasta tres meses para ser valorados y recibir manejo. “En cáncer de próstata, ese tiempo es crítico”, asegura.

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Las barreras silenciosas

Si bien existen algunas barreras administrativas y de acceso al sistema de la salud, que impiden en ciertos casos detectar a tiempo la enfermedad, hay otras silenciosas como la vergüenza. Muchos hombres, especialmente en zonas rurales, evitan los controles médicos por prejuicios asociados a la masculinidad.

“El tabú frente al tacto rectal y la baja asistencia a los chequeos no solo afecta el tamizaje del cáncer de próstata; ocurre con varios tumores”, señala Granados.

ShutterstockLa edad ideal para que los hombres comiencen la evaluación prostática es a los 40 años.

La medicina sí ha avanzado, pero no llega igual a todos

Granados resalta que, en los últimos 10 a 12 años, el manejo de este cáncer ha cambiado de forma radical. Antes, para la enfermedad localmente avanzada o metastásica, la única opción era la quimioterapia.

Hoy existen moléculas dirigidas, terapias hormonales de nueva generación, estudios de biología molecular y tratamientos inmunológicos capaces de modificar la biología del tumor y mejorar la supervivencia global.

“Los pacientes viven más, con mejor calidad de vida y con respuestas muy importantes”, afirma.

El reto, sin embargo, es que estos avances lleguen a todos por igual.

Brechas entre el campo y la ciudad

El acceso desigual sigue marcando los desenlaces. “Sí existe diferencia entre regiones rurales y urbanas”, reconoce el oncólogo.

En muchas zonas apartadas no hay especialistas, ni rutas claras de derivación, ni capacidad para diagnosticar a tiempo. Estos retrasos se reflejan en que una gran proporción de casos en Colombia se diagnostican de forma tardía.

Además, hay regiones con subregistro, porque los pacientes no acceden a revisiones tempranas.

Tamizaje: cuándo y cómo hacerlo

El experto recuerda que todo hombre debe acudir a revisión desde los 40 años, con tres elementos fundamentales:

  1. Examen físico, incluido el tacto rectal.
  2. Pruebas de laboratorio, especialmente el antígeno prostático específico (PSA).
  3. Imágenes, como ecografía transrectal o resonancia multiparamétrica según el caso