Adiós al maestro Pete Vicentini, pionero de la salsa criolla
Perdió la batalla contra el cáncer de próstata este sábado. Se popularizó con canciones como ‘El huevo’ con la que ganó Congo de Oro.
El luto se apodera de la salsa colombiana tras la partida del músico barranquillero Pedro Vicentini Del Valle, conocido artísticamente como Pete Vicentini, quien perdió la batalla contra el cáncer de próstata la madrugada de este sábado.
Así lo confirmó a EL HERALDO su hijo el también músico Pete Vicentini Jr., quien lo recordó como un ser cargado de amor por los suyos y la música.
Vicentini, de 75 años, era de ascendencia italiana y desde muy joven descubrió su pasión por los instrumentos musicales. En el colegio Biffi La Salle, donde estudió su primaria y secundaria, se destacó por pertenecer a las bandas militares y en el conservatorio de música de Bellas Artes logró integrar la coral, siendo tenor primero. Esas dos experiencias le fundamentaron su vocación por la música.
Este licenciado en Música, multi-instrumentalista, hizo historia con su Afrocombo, con el que pegó temas como: El huevo, Alma y El apagón.
Su deceso se produjo en la Clínica Iberoamericana de la capital atlanticense, donde era tratado por el cáncer que padeciera hace cuatro años y que le afectó su sistema óseo. Sus familiares lo describían como un roble, debido a que el año pasado logró superar la covid-19. “Se convirtió en padre y madre para mi hermano Giancarlo y para mí, luego de que mi madre falleciera. Le aprendí mucho, de hecho soy el único de la familia que es músico. Yo estoy radicado en Chile, soy ingeniero de software y también trabajo con una banda colombiana que es la Banda Malecón de Cartagena, con la cual mantengo vivo su legado”, dijo Pedro Vicentini Jr., quien también ha laborado con las agrupaciones de Lisandro Meza y Dolcey Gutiérrez.
Pete Vicentini Jr., agregó que tiene otras dos hermanas (Ana Fiorella, de 29 años y Aneth Melissa Vicentini Cuaro, de 23), producto de otra relación que tuvo su padre. “Fue un gran hombre, padre y abuelo, siempre nos entregó mucho amor y en medio de su carrera profesional, siempre estuvo para nosotros. Musicalmente fue mi guía, tenía un sabor único que difícilmente volverá a escucharse”, agregó Pedro Enrique Vicentini Montero, de 43 años, quien no podrá venir a despedirlo debido a que los aeropuertos chilenos permanecerán cerrados hasta el 1 de mayo debido a la pandemia.
Productor de Esthercita Forero
Cabe anotar que sus aportes fueron fundamentales en las carreras de otras figuras, dirigiendo el LP de Esther Forero Érase una vez en la Arenosa.
Además, con su orquesta, acompañó a artistas internacionales de la talla de Johnny Pacheco, Cheo Feliciano, Nelson Pinedo, Orlando Contreras, Joe Quijano y Nelson Henríquez, entre otros.
El sociólogo y melómano Jairo Solano Alonso definió a Pete Vicentini como uno de los entusiastas y jóvenes promotores e intérpretes del sonido de la salsa en Barranquilla y Colombia.
“Irrumpe con el Afrocombo en 1971, en asocio con el vocalista cartagenero Jacky Carazo. Vicentini, asume los arreglos y dirección del grupo que tiene entre sus miembros a Willie Newball en el piano, Larry March en el saxo alto, Rodrigo Rodríguez en el saxo tenor, los hermanos Charlie y Rafael Rey en las trompetas, Ismael Cervantes en la batería y Goyo Castañeda en la tumbadora”.
Vicentini hizo una pausa con El Afrocombo, montando una nueva agrupación salsera con el cantante Jacky Carazo, denominada El Clan Antillano, grabando un LP del que se desprende el tema Alma, que los llevó a realizar una gira por Panamá y Costa Rica con mucho éxito. Los temas Póngalo Picotero, La calle del Carnaval y El Enjabona’o también tuvieron grandes ventas.
Su época dorada
En 1972 Pete Vicentini cosechó logros importantes. En ese año graba el LP El Afrocombo llegó con su carrito de vapor, producción en la que Vicentini toca el bajo en el súper hit El Carrito de Vapor, que se pegó por toda la región.
También fueron contratados por la emisora Riomar, de Todelar, para tocar una temporada de precarnavales, en un escenario al aire libre en el Parque Suri Salcedo. Ese año también se ganaron su primer Congo de Oro en el Festival de Orquestas, todo un hito, debido a que fue la primera vez que el público barranquillero premió a las orquestas sacando los pañuelos blancos después de su actuación.
Debido a su calidad interpretativa obtuvieron el Congo de Oro en 1973 (tercer lugar) y 1974 (segundo lugar), además de muchos otros trofeos y menciones especiales ¡Paz en la tumba de este maestro!
