Son las 5:00 p.m. Un domingo lleno de niños saltando y balanceándose en los columpios del parque del Estadio Metropolitano. Las familias hacen su recorrido por cada una de las zonas infantiles. Comer helado, tirarse en el pasto y hasta cantar se convierte en el plan ideal. A lo lejos se observa una estatua, pero, ¿por qué nadie la rodea?
Desde 2006, una figura icónica de la ciudad posa en todo su esplendor con la imponente vista del recinto deportivo más importante de Barranquilla. Shakira Isabel Mebarak Ripoll sostiene una guitarra luciendo su característico cabello largo.
Con cinco metros de altura, esta escultura es una obra del artista alemán Dieter Patt, que hizo con su arte un tributo a la hija ilustre de La Arenosa, aquella que abrió sus ojos por primera vez el 2 de febrero de 1977 en ‘La Puerta de Oro’ de Colombia, y que vivió sus primeros años de vida en el barrio El Limoncito.
Sin embargo, ninguno de los visitantes decide tener una postal al lado de esta estructura. Y es que las majestuosas caderas de Shakira estaban rayadas. El acero con el que estaban hechos sus pantalones ya no brillaban, tenían trazos de aerosol de color verde y amarillo.
Tiempo después, la estructura fue intervenida y aunque tiene un par de parches blancos en su zona posterior, su limpieza es evidente. Sigue allí, en medio de un jardín que se mantiene podado, pero aún así, no deja de estar sumergida en la oscuridad.
Mónica Guzmán lleva más de 10 años visitando el parque. Sin embargo, son pocas las veces en las que ha estado cerca de la estatua, asegurando que su parecido físico con Shakira es casi que nulo.
“No se parecen en nada y creo que es una de las razones por las que la gente no se toma foto con ella. Además, no se ve. Yo estoy segura de que muchas personas han venido a este parque y no tienen ni la más mínima idea de que aquí hay una estatua de Shakira”, manifestó.
Sumida en la oscuridad
El radiante pelo rubio de Shakira brilla en cualquier escenario, pero para los transeúntes, la oscuridad que yace sobre la zona la han mantenido apagada en esta última década. Así lo es para Evelis Borja, quien alude que la estructura no tuvo el lugar adecuado para su instalación.
“Ahí no hay mucha iluminación y las fotos tampoco quedarían bien. Si la hubiesen puesto en otro lugar más visible, quizá la gente, a pesar de que no se parece mucho, aprovecharía para apreciarla en un mejor lugar”.
Miguel Ricaurte dice que se tomó una foto junto a la estructura cuando tenía 8 años y hoy a sus 20 años, no le motiva posar junto a ella.

“De noche esto es muy peligroso y es normal que la gente no se acerque porque temen que le vaya a pasar algo. Además, la poca luz también impide que las fotografías salgan bien. Menos mal le hicieron una nueva porque se merecía algo mejor por todo lo que ha hecho”.
Las luminarias que rodean el lugar no son suficientes para que los visitantes quieran sentarse cerca de ella, ni siquiera los resguarda el CAI que tienen a disposición a tan solo algunos metros.
La nueva sensación
Más de 10 kilómetros separan al parque del estadio Metropolitano Roberto Meléndez del Gran Malecón del Río, el cual se ha convertido en el sitio turístico más visitado de la ciudad. Allí, fue develada una nueva estatua en honor a Shakira el pasado 26 de diciembre, y desde entonces, sus visitantes no han dejado de posar junto a ella.
El autor de esta magnífica creación es el artista plástico Yino Márquez, quien logró captar la esencia de Shakira en una obra de arte hecha en bronce de 6,5 metros de altura. La estatua no solo muestra la figura de la artista, sino que también incorpora elementos innovadores y simbólicos.
Estos detalles cautivaron a Luz Pérez, quien duró varios minutos contemplándola, mientras capturaba un par de fotografías, afirmando que nunca ha ido a visitar la otra escultura de la artista al sur la ciudad.

“Es muy hermosa. Yo no sé mucho de arte, pero se ve que está bien trabajada. Es la primera vez que vengo y es maravillosa. Soy barranquillera y sí sé que existe otra estatua, pero nunca he ido a visitarla”.
Todos la rodean sin importar el día o la hora. Desde su inauguración, cientos de curiosos y admiradores hacen fila para inmortalizar su visita con una fotografía junto a la nueva escultura. Osniel Flores, de Venezuela, fue uno de ellos.
“A primera vista realmente me parece bastante impresionante. Es muy linda y me sorprende que exista otra porque sin duda, esta es la que se ha robado todas las miradas a nivel mundial”.
Símbolo de gratitud
Sin ánimos de ir a visitar la estatua, Jhon Trejos, procedente de Cali, empezó a caminar las calles del Malecón, mientras una grata sorpresa lo emocionó. “Vine hasta acá porque me enteré de que habían habilitado una nueva zona en el Malecón, pero la verdad no pensé encontrarme con la estatua. Está muy bella”.
Además, al enterarse de la existencia de otra estatua de Shakira en la ciudad, expresó su interés por visitarla. “No sabía, me daré una vuelta por allá para conocerla, pero felicito al artista de esta obra en el Malecón”.
Influencia del urbanismo
La reciente instalación de la estatua de Shakira en el Malecón ha causado una gran sensación entre los visitantes, en contraste con la relativa poca atención que recibe la otra estatua de la artista ubicada en el Estadio Metropolitano. El experto en urbanismo, Porfirio Ospino, explicó la diferencia de este impacto.
“La del Malecón es más visible. La del estadio, personalmente te confieso que solo la he visto en fotos. La ubicación estratégica y la alta visibilidad en un lugar tan concurrido como el Malecón contribuyen significativamente a la popularidad de la nueva estatua”, expresó.
El urbanista también compartió su opinión sobre el cambio de ubicación de las esculturas: “Particularmente no me gusta el cambio de sitio de las esculturas cuando las han realizado para un sitio en particular, pues descontextualiza las obras. Ahora, lo ideal sería recuperar ese espacio en el que está la estatua del Metropolitano, que tenga luminarias que es lo que la gente está exigiendo porque es amplia la diferencia con la nueva”.






















