En medio del ritmo acelerado de las redes sociales, donde cada día surge una nueva tendencia, un nombre ha empezado a ganar protagonismo en la Costa Caribe: El Sebastucho.
El creador de contenido, que ya supera los dos millones de seguidores en Instagram, volvió a encender la conversación digital tras publicar una de sus bromas más arriesgadas: conducir su carro directamente hacia el mar con su mamá y su tía adentro, usando la escena como parte de una “campaña” para ser elegido en La Casa de los Famosos Colombia.
El video, que se ha viralizado en WhatsApp, grupos familiares y páginas de entretenimiento, parece un fragmento de comedia improvisada. Comienza como un paseo tranquilo entre parientes: risas, complicidad y el ambiente relajado típico de sus publicaciones. Pero en segundos se transforma: el vehículo se dirige hacia el agua y, entre gritos y reclamos, termina sumergido mientras la cámara registra cada reacción.
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Aunque muchos lo tomaron como una locura más de su repertorio, detrás del clip hay una intención clara. El propio Sebastucho ha insinuado que esta acción es una estrategia para demostrar que tiene el humor, la audacia y la personalidad requeridos para entrar al reality. Y la jugada está funcionando: la conversación en redes se disparó y miles de usuarios ya lo mencionan como uno de los candidatos ideales para la próxima temporada.
El sello distintivo del creador ha sido siempre el mismo: bromear con su familia. Su mamá, su tía y su círculo cercano se han convertido en actores principales de su contenido. Ellos reaccionan, se sorprenden, reclaman y, casi siempre, terminan riendo. Esa dinámica ha conectado con muchas familias colombianas, que ven en su humor cotidiano un reflejo propio.
En ciudades como Barranquilla y otros sectores del Caribe, donde el relajo y la chispa son parte esencial de la vida diaria, el video generó rápida identificación. Cientos de comentarios lo celebran como un comportamiento típico de hogar costeño, destacando que “todas las familias tienen un Sebastucho”.
No obstante, la escena del carro entrando al mar también abrió el debate sobre los límites del contenido viral. Varias voces han advertido que este tipo de acciones no deben imitarse y que, aunque generen risas, siempre debe prevalecer la seguridad. La situación revive la discusión sobre la responsabilidad de los creadores, especialmente cuando sus espectadores incluyen menores de edad.
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Polémicas aparte, Sebastucho consiguió un objetivo clave en la era digital: destacar entre miles y convertirse en tema nacional. Su nombre ahora circula no solo en redes, sino también en portales de entretenimiento, programas de farándula y entre los seguidores del reality.
Si finalmente recibe la invitación para entrar a La Casa de los Famosos Colombia, llegará con una audición difícil de olvidar: la del creador que convirtió un paseo familiar y un carro rumbo al mar en su carta de presentación. Por ahora, sigue fiel a su estilo: grabando bromas, involucrando a su familia y alimentando una comunidad que ya espera cuál será su próximo golpe viral.


