Brownies, merengues, y galletas. Con estas tres delicias Alba Cecilia Dangond, conquistó el paladar de sus padres cuando era pequeña, y que la barranquillera siempre mostró un amor hacia la cocina y pasión hacia la repostería.
¿Qué más podría esperarse? Si su querida abuela siempre le preparaba deliciosos postres y conforme fue pasando el tiempo, su gusto por crear exquisitas recetas dulces, fue aumentando. ¿Pero cómo es que Cecy Dangond llega a Valledupar y se convierte en una de las reposteras más solicitadas?
La repostera se mudó al Valle del Cacique Upar luego de la muerte de su padre. Posteriormente conoció a JuanC arlos Díaz Granados, con quien ya lleva 41 años de casada. Su suegra se dedicaba a vender tortas por encargo y ella se sumó al negocio.
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“Primero solo se las vendía a las amigas de mi suegra, pero luego se empezaron realizar por encargo y estos pudines eran hechos con una receta española que era de la abuela de mi suegra”, contó la barranquillera.
Desde entonces, el nombre de Cecy Dangond comenzó a sonar por toda la ciudad y hoy, su hija Chechy igualmente hace parte del negocio familiar, que durante 35 años ha hecho historia no solo en quienes prueban un bocado de las delicias que preparan, sino de las madres cabezas de familia que hacen parte de su equipo.
Su primera preparación
Su primer postre fue hecho a base de una receta que le enseñó una amiga de su mamá. Este era un tres leches con peras, y ella recuerda que era un postre muy rico con unas galletas de coco que en aquel entonces se conseguían en tiendas y que eran muy comunes, porque muchas personas las consumían.
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“Ser repostera a mí me encanta, me gusta ver que a la gente se deleita con lo que yo preparo. Anteriormente no hacía publicidad, de eso se encargaban mis pudines y mis galletas por sí solas. Entonces me llena de mucha alegría, porque uno se da cuenta de que lo que haces gusta tanto, no hay satisfacción más grande”, contó Dangond.
Cecy ha recibido varios reconocimientos por la Cámara de Comercio como empresaria y actualmente su marca se encuentra concursando en Premios La Barra, para obtener el título de la mejor repostería a nivel nacional. Pero su mejor premio son sus hijas según contó a esta casa editorial.
“Me llena de orgullo que mis hijas sigan el legado de su abuela y de su bisabuela. Esa ha sido mi felicidad. Yo estuve trabajando un tiempo y mis hijos estuvieron bajo el cuidado de su abuela, pero cuando ya nació el tercero (tiene cuatro hijos), sentí que ya no podía trabajar por fuera de la casa y que mi mejor trabajo era estar en la casa cocinándoles a ellos y haciendo estas delicias que preparo”, expresó con mucha nostalgia.
Las delicias de Cecy
Dentro de sus preparaciones más icónicas y buscadas por sus clientes, se encuentran las galletas de mantequilla que según ella, se consideran inolvidables. El postre María José, que es un pudín de vainilla o una torta de vainilla que lleva ciruelas pasas enteras y lleva la cubierta de ciruelas, es un producto top de la casa.
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“Con mis galletas de mantequilla pasa algo y es que son muy adictivas, el que prueba una, no puede dejar de comerlas. De hecho, una vez hicieron un concurso de quién era capaz de comerse solo una, y nadie ganó. Y el pudín Samba, que está hecho con un dulce de leche que creó mi hija Chechy, es el pudín preferido ahora de todos los vallenatos, la gente va especialmente a comprar la Samba”, anotó.
Con mucho cariño y emoción, Cecy recordó una de las anécdotas que siempre llevará en su corazón, y es que sus hijos llegaban del colegio y de inmediato se colocaban el delantal para preparar postres con su abuela paterna. “Cada uno de ellos cumplía con un rol diferente”.