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En 2016 el mundo conoció la historia de Joao y el pingüino DinDim, que viajaba más de 8 mil kilómetros desde la Patagonia hasta Brasil para reunirse con el hombre que lo salvó. Y ahora ese hecho que demostró una conexión llena de amor, llega a los cines en la película Mi amigo el pingüino, que estrena en salas este jueves.

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Protagonizada por el reconocido actor Jean Renó y la mexicana Adriana Barraza, la película dirigida por el brasileño David Schurman cuenta con la participación del joven intérprete colombiano Juan José Garnica.

La película ha sido rodada en las costas tropicales de Brasil y en las colonias de pingüinos de la Patagonia, con un enfoque único: utilizar pingüinos reales en lugar de CGI (Imagen generada por computadora), creando así una conexión genuina entre los actores y estos fascinantes animales.

“Intenté hacer algo que fuera muy fiel a la historia real; entonces, yo creo que eso fue un poco el secreto de hacer esta película, ser muy auténtico”, explicó el cineasta en conversación con EL HERALDO.

Pingüinos reales

Si hay algo que inmediatamente llama la atención en esta conmovedora historia es que la producción utilizó pingüinos reales. O, para ser más exactos, usaron tres técnicas. Pingüinos reales, CGI (Imágenes generadas por computador) y Animatronics, pero principalmente fueron los reales, solo que debían cumplir un horario riguroso.

“La decisión de utilizar pingüinos reales vino muy en el momento de decisión, porque yo vengo de una escuela de documentarios de 15 años y me gusta ser auténtico al máximo y yo todavía no estoy convencido que CGI es la respuesta para todo, especialmente cuando tiene que haber emoción Entonces me encantaba pensar con Jean Reno y un pingüino mirando uno al otro y Jean Reno mirando a un pingüino azul que después vería si fuera CGI, no sé si tenía la profundidad que necesitábamos”, añadió.

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Es por ello que únicamente usaron CGI cuando podría ser peligroso para el pingüino y los animatronics que son robots, cuando ya no podían utilizar, después de las 3 de la tarde, los pingüinos reales.

“Pero para mí era importante de ser auténtico, debes ver que es algo, especialmente hoy en día, hoy en día todo el mundo con AI, todo parece muy que no es de verdad y me encanta pensar que hay una energía entre el actor y el pingüino que traemos para dentro de la película”.

Herencia del documental

Y es que ese deseo de realidad del director viene porque su mayor quehacer está relacionado con el documental, relacionadas con el mar y la naturaleza. Su enfoque está en contar historias con un trasfondo humano.

“Yo creo que en el documental no hay mentira, intentamos no que no haya mentira, y entonces cuando ves a la gente hablando, relatando su historia, es la gente como es, y eso me preparó y me hace buscar eso en las películas. Las películas que hago siempre hay mucha verdad, en la actuación es muy importante Y también cómo la historia se desarrolla, por eso no necesito inventar cosas”.

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