Pese a que el escritor magdalenense Gabriel García Márquez había dado la orden a sus hijos para que desaparecieran por completo los cinco borradores de su novela ‘En agosto nos vemos’, protagonizada por una mujer de nombre Ana Magdalena Bach, estos han decidido publicarla este miércoles 6 de marzo, día en el que los admiradores de su obra conmemoran el natalicio 97 del autor.
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Sin embargo, para Rodrigo y Gonzalo García Barcha, los herederos de Gabo, la obra valía la pena ser dada a conocer por el mundo, y recordaron que como su padre también les confesó que después de que él muriera podrían hacer con su legado lo que 'les diera la gana', optaron por compartirla con sus seguidores.
Para lograr que las últimas letras escritas por su padre hace 25 años, se requirió de alguien que hubiese trabajado a su lado, es por ello que surgió el nombre de Cristóbal Pera, director editorial de Planeta Estados Unidos, quien además había sido editor de sus memorias ‘Vivir para contarla’ y ‘Memoria de mis putas tristes’.
En entrevista con BBC Mundo, Pera ha revelado el detrás de escenas del libro, que muchos califican como el acontecimiento literario del año.
La agente de García Márquez, Carmen Balcells, en 2010 me pidió que lo animara a terminar su novela 'En agosto nos vemos', de la cual no tenía noticia yo.
Entonces, al regresar a México se lo comenté. Él ya había terminado un primer borrador en 2004.
En esa época, 2010 y 2011, ya estaba empezando a perder un poco la memoria y no estaba trabajando realmente en la novela. Pero sí estaba dedicado a corregir una palabra, una frase, para mejorarla, y ahí brillaba su genio, en esas pequeñas correcciones.
Yo pude leer con él delante, en voz alta, tres o cuatro de los capítulos de la novela, y me encantó. Vi que el tema además era inédito para él, con una protagonista que no se había visto en su narrativa.
Y él siguió tomando notas en una versión quinta que tenía entre las versiones que había estado haciendo hasta que finalmente lo fue dejando a medida que su enfermedad progresó. 'Yo lo animé a que la terminara', explicó.
Después de su muerte, la familia decidió que no era el momento de publicar esa novela, que además él había dicho que no quería publicar en sus últimos años.
Todos los papeles de García Márquez, incluso este manuscrito, llegaron a la Universidad de Texas en Austin para convertirse en el gran archivo de García Márquez. Esta novela no estaba disponible al público en principio, pero alguna gente pudo verla.
Luego de ver que alguna gente había tenido acceso al manuscrito y había dicho que estaba muy bien y que debería publicarse, los hijos de García Márquez finalmente decidieron no hacerle caso al padre y publicarla. 'Y ahí es cuando me piden que yo trabaje en la edición final de la novela'.
{"titulo":"'Gabo se consideraba un feminista y esta novela lo refleja'","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/hijos-de-gabriel-garcia-marquez-entregan-detalles-de-su-novela-postuma-en-agosto-nos-vemos"}
Sus desafíos
Al ser interrogado sobre cuáles fueron los desafíos con los que se encontró al realizar la edición final de la obra, Pera dijo que 'el desafío más grande era el respeto absoluto a la obra de García Márquez. Es una labor de una responsabilidad inmensa'.
'Afortunadamente, tuve la ocasión de trabajar mucho con él codo a codo, con lo cual conocía muy bien su obra, había trabajado con él en correcciones, sabía cómo trabajaba y eso me ayudó. Lo más importante fue leer el manuscrito completo y ver que sí estaba la historia ahí completa, terminada. No había nada que hacer ahí para terminar nada ni había que añadir una frase ni un final, estaba todo ahí', agregó.
Pera explicó que hzio el trabajo de editor con el manuscrito que había en un documento de Word y la versión quinta que dejó impresa con muchas anotaciones a mano en los márgenes, con cambios, con cosas. En eso se basó la edición para llegar el texto final.
'Solamente había que seguir las pistas que él dejó para tomar la decisión de, por ejemplo, eliminar una frase que estaba tachada. Y después, lo que sí tuve que hacer fueron unos cambios que venían dados por verificar datos como nombres de autores que menciona, el trabajo normal de un editor, y algunas cuestiones de coherencia del propio texto'.


