Para unos conocer el mar resulta una idea tan fascinante como complicada, sin embargo, para 65 soldados heridos en combates del Ejército Nacional, eso pasó de ser un deseo y se convirtió en realidad.
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Los más de 60 militares pasaron del Batallón de Sanidad Militar José María Hernández, en Bogotá, a conocer por primera vez el mar en las islas de San Andrés y Providencia.
La emoción de estos hombres los embargaba desde que despegó el avión Boing 737 de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, FAC, en el Aeropuerto Militar de CATAM en Bogotá hasta su llegada al 'mar de los siete colores'.
Así quedó registrado en las instantáneas en las que se ve como 'en una muestra de hermandad militar, los lanzas con menor grado de inhabilidad física se convirtieran en las piernas de quienes dejaron sus extremidades en las selvas de Colombia'.
'Nadie se queda atrás', sostuvo Ángel Borja, soldado profesional, quien hace dos años fue víctima de un campo minado en Argelia, Cauca, donde perdió la pierna derecha, y en esta ocasión era el 'encargado de animar el paseo'.
Así como las FAC, la Armada Nacional hizo lo propio disponiendo de dos embarcaciones para trasportar a los 65 soldados hasta las playas de Cayo Acuario ubicadas en San Andrés.
'Estos soldados han dado todo por su país, y hoy tenemos la fortuna de traerlos a nuestro archipiélago, un día especial', afirmó el coronel Andrés Felipe Vargas, comandante del Grupo Aéreo del Caribe, y quien además fue el piloto al mando del avión que trasportó al personal desde Bogotá al archipiélago.
Al finalizar la actividad, los soldados heridos en acción reflejaron en sus rostros la alegría de haber vivido esta experiencia y retornaron a su compañía con los mejores ánimos para continuar con su proceso de recuperación con una meta tachada.





















