Compartir:

Aunque muchas personas lo asocian con agendas apretadas o jornadas aceleradas, comer rápido puede revelar mucho más que una vida ocupada.

¿Es saludable tener una relación con mucha diferencia de edad? Esto reveló un estudio

¿Evita ir al baño del trabajo? Experto da recomendaciones para que lo haga con seguridad

Comer estos tres alimentos reduce el riesgo de sufrir demencia

De acuerdo con especialistas en salud mental, este hábito va más allá de lo práctico, podría ser una manifestación emocional más profunda.

Un informe de la Clínica Mayo resalta que la forma de alimentarse no solo está influenciada por el tiempo o las costumbres, sino también por las emociones. Lo que se come, y cómo se hace, guarda una estrecha relación con el estado emocional.

Pexels Un informe de la Clínica Mayo resalta que la forma de alimentarse no solo está influenciada por el tiempo o las costumbres, sino también por las emociones.

Estudios como el publicado en la revista científica Appetite han identificado una conexión entre comer apresuradamente y rasgos psicológicos como la ansiedad, impulsividad o la dificultad para vivir el momento presente.

Asimismo, la psicóloga clínica Mariana Lucero señala: “La forma en que nos alimentamos suele reflejar cómo estamos emocionalmente”. Esto no significa que comer rápido implique necesariamente un trastorno alimentario.

Prohíben la “bebida afrodisíaca” Néctar del Amor por contener altas dosis de viagra

Sin embargo, puede aparecer en personas con altos niveles de estrés o con problemas para establecer límites personales. En estos casos, comer deja de ser una experiencia consciente para convertirse en un acto mecánico, casi automático, que ignora las señales del cuerpo como el hambre real o la saciedad.

Entonces, quienes disfrutan de mayor equilibrio emocional suelen tener una relación más consciente con la comida, pues comen despacio, prestan atención a las sensaciones y disfrutan el proceso como parte de su autocuidado.

Pexels Aunque muchas personas lo asocian con agendas apretadas o jornadas aceleradas, comer rápido puede revelar mucho más que una vida ocupada.

¿Cómo aprender a comer con más calma?

  • Reserve al menos 20 minutos para cada comida
  • Haga pausas entre bocados
  • Mastique bien cada bocado
  • Beba líquidos lentamente