Mientras la ciencia continúa buscando la fórmula de la longevidad, Ethel Caterham ofrece una respuesta simple desde su residencia en Surrey, Inglaterra. A sus asombrosos 115 años y 263 días, esta británica se ha convertido en la persona más longeva del planeta tras la reciente muerte de la monja brasileña Sor Inah Canabarro Lucas, quien falleció a los 116 años.
Nacida el 21 de agosto de 1909 en Shipton Bellinger, Ethel ha sido testigo de más de un siglo de acontecimientos que transformaron el mundo: sobrevivió a dos guerras mundiales, presenció la llegada del hombre a la Luna y ha contemplado el vertiginoso avance de la revolución tecnológica.
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Su recorrido vital comenzó a tomar un rumbo aventurero cuando, a los 18 años, decidió viajar a la India para trabajar como niñera. Tres años después, regresó al Reino Unido donde conoció al “amor de su vida", Norman, un teniente coronel del ejército británico. Juntos construyeron una vida entre Hong Kong y Gibraltar antes de establecerse definitivamente en Inglaterra, donde criaron a sus dos hijas.
A pesar de enfrentar la pérdida de su esposo en 1976, Ethel mantuvo una filosofía de vida inquebrantable basada en la serenidad y la aceptación. En una reciente entrevista con la BBC, la supercentenaria reveló su secreto para alcanzar una edad tan avanzada: “Nunca discutir con nadie, escucho y hago lo que me gusta”.
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Así, con una actitud serena que ha sobrevivido al paso de más de un siglo, Ethel Caterham manifiesta ser la prueba viviente de que la paz interior y una actitud positiva pueden ser los verdaderos elixires de una vida extraordinariamente larga y plena.
