¿Cuál es la mejor postura para dormir? Esto dicen los expertos

El sueño es un periodo de inconciencia fundamental para la salud y bienestar general. El ser humano pasa aproximadamente un tercio de su vida durmiendo, por lo que la calidad del descanso tiene un impacto significativo en la salud física y mental.

Uno de los factores clave para lograr un sueño reparador es la postura en la que se duerme, según expertos de Sleep Foundation. Pero, ¿cuál es la mejor postura para dormir? A continuación, lo que aseguran los estudios sobre las diferentes posturas de sueño y sus efectos en el cuerpo humano.

Dormir boca arriba es considerada por muchos expertos como la mejor postura para dormir. Esta posición permite que la columna vertebral, el cuello y la cabeza se mantengan alineados en una posición neutral, lo que ayuda a prevenir dolores y tensiones musculares.

Además, evita el contacto directo del rostro con la almohada, lo que puede ser beneficioso para prevenir arrugas y el envejecimiento prematuro de la piel. Sin embargo, puede empeorar los ronquidos y aumentar el riesgo de sufrir apnea del sueño en algunas personas.

Dormir de lado es otra postura común y recomendada por los expertos. Esta posición ayuda a mantener la columna vertebral alineada y alivia la presión en la zona lumbar. Además, puede ayudar a prevenir los ronquidos y reducir el riesgo de sufrir apnea del sueño.

Dormir sobre el lado izquierdo en particular puede ser beneficioso para la digestión, ya que favorece el flujo sanguíneo hacia el estómago y el intestino. Sin embargo, es importante usar una almohada adecuada para mantener la cabeza y el cuello en una posición neutral y evitar la tensión en los hombros.

Dormir boca abajo es la postura menos recomendada por los expertos. Esta posición puede generar tensión en el cuello y la columna vertebral, ya que la cabeza suele girarse hacia un lado para facilitar la respiración.

Además de la postura, existen otras consideraciones importantes para mejorar la calidad del sueño. El uso de una almohada adecuada que brinde soporte al cuello y la cabeza, así como un colchón y una base de cama que se adapten a las necesidades individuales de cada persona, también son factores cruciales.

Mantener un ambiente de sueño tranquilo, oscuro y fresco, evitar el consumo de cafeína y alcohol antes de acostarse, y establecer una rutina de sueño regular también son prácticas recomendadas para lograr un descanso óptimo.