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Durante muchos años asociaciones a nivel mundial trabajan para concientizar a la población sobre los efectos del Parkinson, una enfermedad que se conmemora hoy y que afecta el sistema nervioso central provocando la aparición de síntomas motores y no motores. Aunque está confirmado que esta afección no solo se manifiesta en adultos mayores, se resalta que en su gran mayoría lo padecen personas con más de 65 años de edad.

El neurocirujano Juan Carlos Benedetti explica que el Parkinson afecta principalmente la vía dopaminérgica cerebral (circuitos neuronales activados por la dopamina, un neurotransmisor), y señala que 'al disminuir los niveles de dopamina se afecta la regulación del movimiento, produciendo temblor, rigidez, lentitud y alteraciones posturales'.

El especialista destaca que entre las manifestaciones no motoras está el aumento de la frecuencia urinaria, sudoración, aumento de la producción de saliva, entre otros.

Con base en lo anterior, Benedetti dice que meditar y realizar actividades motoras contribuyen a que el individuo pueda fortalecer su capacidad física.

Agrega que la música y bailar con regularidad aumentará los niveles de dopamina y evitará que se produzcan cambios en los estados emocionales, ya que trastornos como la depresión pueden hacerse notorios por esta enfermedad. Si ese es el caso, el neurocirujano sugiere que se tenga un control estricto de antidepresivos.

Aunque el Parkinson afecta tanto a hombres como a mujeres y más del 70% de las personas diagnosticadas superan los 65 años de edad, no es una enfermedad exclusivamente de adultos mayores. El 30% de los diagnosticados son menores de 60 años.

El aislamiento preventivo obligatorio también puede ser un generador de drásticos cambios emocionales. De hecho, según lo expuesto por la psicóloga Katerine Echenique, los abuelos pueden empezar a adoptar por estos días sentimientos de soledad y abandono dentro de sus hogares.

Estas sensaciones se pueden manifestar cuando actúan con desespero o cuando ignoran las recomendaciones de los familiares.

La psicóloga explica que para algunos adultos mayores es más difícil quedarse en su casa porque no se han acostumbrado a estar encerrados por mucho tiempo. Sin embargo, señala que todo depende de las costumbres que le hayan enseñado desde el hogar. 'El anciano puede experimentar más la soledad de acuerdo a los hábitos y a su personalidad. Lo fundamental en estos casos es que sientan el apoyo de su familia y que no los excluyan, como pasa generalmente'.

Echenique también destaca que existe la posibilidad de que los abuelos empiecen a experimentar depresión y ansiedad en medio del aislamiento sin necesidad de que tengan alguna enfermedad base, ya que estos trastornos surgen generalmente por el exceso de tiempo libre. Otros estados que se podrían evidenciar son el estrés, el miedo o la frustración.

Partiendo de estas situaciones, de las cuales muchas familias pueden sentirse identificadas, la profesional brinda una serie de recomendaciones para las familias que buscan generar dentro de sus hogares espacios de distracción para que los abuelos y abuelas no se sientan solos:

Sentir el apoyo familiar

Intentar tener un contacto fluido con ellos llevará a que sientan que son importantes en casa. Hablar sobre sus anécdotas o hacer videollamadas con familiares que están lejos logrará que se fortalezcan los lazos afectivos y que su humor mejore.

Crear una rutina

Empezar a implementar horarios o pautar las actividades del día puede ser de gran ayuda. Esto contribuirá a que su sistema nervioso se adapte más rápido a la situación y tenga menos repercusiones negativas y sistemáticas.

Hacer dieta y ejercicio

Ser conscientes de los alimentos que consumen y procurar agregar a su dieta frutas y verduras es indispensable, ya que, además de mejorar su ánimo, fortalecerán sus músculos y articulaciones. El estiramiento y los ejercicios físicos como los pilates y el yoga también ayudan.

Realizar ejercicios intelectuales. Las actividades de lectura y escritura harán que su cerebro se estimule. Las sopas de letras, los rompecabezas y la pintura son pasatiempos idóneos y en los que también pueden participar otros miembros de la familia.

Ancianos del Atlántico toman precauciones

Betty Jaramillo ha cuidado durante más de 30 años adultos mayores. Hoy día seis ancianos en Puerto Colombia están bajo su responsabilidad en la fundación Hogar para Adultos Casa Geriátrica. Expresa que, antes de la cuarentena, los abuelos eran sometidos a ejercicios con el objetivo de que el Parkinson no hiciera parte de sus vidas.

Basándose de su experiencia, la mujer de 63 años confiesa que la música es una buena terapia para reducir la tristeza en los adultos mayores: 'es una excelente manera de consentirlos y despejar sus mentes'.

Jaramillo recalca que la asistencia de su familia es importante,por lo que siempre procura que los abuelos tengan una comunicación constante con sus parientes.