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La hinchada de Junior, como ha sido costumbre este año, acompañó masivamente al equipo, pero en el partido ante Alianza Petrolera el respaldo estuvo acompañado por reclamos, muestra de inconformismo y hasta una protesta.

Los cánticos de las barras, desde antes de empezar el juego, exigían testosterona de parte de los jugadores y en varios momentos gritaron a todo pulmón y al unísono coros expresando que 'no le ganan a nadie' y 'que se vayan todos, que no quede ni uno solo'.

La barra Frente Rojiblanco de Sur, mantuvo la parte baja de la gradería vacía previo y en el arranque del compromiso.

Después de los primeros cinco minutos de acción en la cancha, en la gradería de sur baja empezaron a aparecer pancartas con mensajes dirigidos a lo jugadores y dirigentes del club.

'Respeten al equipo, la hinchada y la historia', 'No más jugadores sin jerarquía', 'Mucho sueldo y poco huevo', fueron algunas de las pancartas que se lograron divisar a la distancia desde occidental.

A los 19 minutos, cuando el Frente Rojiblanco y la barra Los Kuervos, cada uno con su coro, lanzaban críticas por la actual situación del equipo, con mucha pólvora encendida, el árbitro Luis Delgado paralizó el juego porque el humo de las bengalas cubrió la cancha y restó visibilidad.

A esa altura el ambiente era muy tenso, los ánimos se notaban caldeados, especialmente en las localidades de sur y norte.

Incluso en la gradería de sur baja se presentó una pelea entre barristas que requirió la intervención de la Policía Nacional.

También hubo un incidente entre personas ubicadas en esa grada y miembros de la Fuerza Pública que acudieron a controlar el enfrentamiento inicial entre hinchas.

Las dos barras de las tribunas populares aplaudieron y corearon el nombre de José Luis Chunga, arquero de Alianza Petrolera, al comienzo del primer tiempo y en el inicio del segundo.

Inclusive con el gol de Luis ‘Cariaco’ González, algunos barristas siguieron las críticas, pero con el pasar los minutos la ventaja y la cercanía de la victoria refrescó el ambiente.

Afortunadamente el equipo ganó, pero en la gradería, lamentablemente, se vislumbraba una acumulación de frustración a punto de estallar.