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Un hecho que llamó la atención en el empate entre Millonarios y Junior, por la cuarta jornada de los cuadrangulares semifinales de la Liga I-2022, fue uno que se presentó al término del primer tiempo, cuando el gerente del cuadro embajador, Óscar Cortez, agredió al lateral del Junior, Walmer Pacheco, mientras era conducido al vestuario de la mano del gerente deportivo rojiblanco, Héctor Fabio Báez.

El dirigente azul aprovechó el borbollón que se presentó, tras un altercado entre Pacheco y el defensor Andrés Llinas, para darle un golpe en la cabeza al jugador rojiblanco, ante la mirada de Báez. La acción, que quedó registrada en videos de la transmisión de Win Sports, pasó desapercibida por la terna arbitral, que no sancionó al agresor.

Si la Di mayor mira las imágenes podría y debería actuar de oficio contra el gerente embajador para aplicarle una sanción ejemplar por protagonizó un acto violento y sin justificación contra un jugador del equipo rival.

Intento de agresión por parte de la afición azul.

La afición de Millonarios no asumió de buena manera el empate de este jueves, a cero goles, frente al Junior.

Tras el pitazo final y con la confirmada repartición de puntos —uno para cada equipo—, los hinchas del cuadro embajador la tomaron contra la terna arbitral, liderada por Jhon Alexander Ospina, y contra los jugadores del Junior, que tuvieron que esperar varios minutos en el campo para poder irse a los vestuarios a descansar.

El central y su grupo de ayudantes tuvieron que salir escoltados por la policía, mientras los aficionados lanzaban objetos e improperios, criticándoles el hecho de haber, supuestamente, patrocinado la pérdida de tiempo por parte del rival.

Los jugadores del Junior, por su parte, corrieron con la misma suerte. El plantel tuvo que esperar hasta 10 minutos en el campo, tras el pitazo final, para poder meterse a los vestuarios, saliendo también escoltados por los uniformados, que cubrieron a los futbolistas para que no fueran agredidos por la enfurecida afición azul.