Las autoridades en el Magdalena tratan de recopilar la mayor cantidad de información posible y material probatorio que incrimine a Omar José Castellar De Oro, el hombre capturado en el municipio de Plato por el atroz crimen de la bebé Luciana Piña Cardona, ocurrido el pasado sábado 22 de noviembre en una vivienda del corregimiento de Apure, en la misma población.
Sobre el episodio han sido varias las versiones que se han difundido en medios locales a la falta de información suministrada por las autoridades.
Una de estas indicó que hacia las 5:30 de la tarde se reportó desde el área rural de Plato la alerta de la comunidad sobre el crimen de la niña.
La gobernadora (e) del Magdalena, Ingrid Padilla, afirmó que las unidades de la Policía a su arribo al lugar de los hechos encontraron al sujeto que habría atacado a la bebé con un arma artesanal.
Supuestamente, el individuo habría aprovechado un descuido de los padres de la niña o de personas cercanas a la bebé para entrar a la residencia y atacarla.
Según versiones de la comunidad, el agresor estaría pretendiendo a la madre de la bebé, una joven de 15 años y, ante el rechazo de la adolescente, optó por atacar a la niña mientras dormía en una de las habitaciones de la vivienda.
Sin embargo, la Fiscalía hoy sostiene otra hipótesis sobre lo sucedido en la tarde de ese sábado en la vivienda de la pequeña Luciana. Al parecer el hombre le quitó la vida a la niña con arma blanca, “mientras su madre la tenía en sus brazos”, y luego de sostener una discusión con esta.
Hay que reseñar que este miércoles 26 de noviembre, a las 2:00 de la tarde, están programadas el resto de las audiencias preliminares contra Omar José Castellar De Oro, quien se encuentra privado de la libertad como el principal sospechoso de este crimen que estremece al departamento del Magdalena.
La tesis de la Fiscalía es sostener que este individuo no solo sería autor de un hecho atroz sino demostrar que la pequeña Luciana Piña es otra víctima más de la llamada violencia vicaria.
Según la Universidad Complutense de Madrid, “la violencia vicaria es aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. El padre ejerce una violencia extrema contra sus criaturas, llegando incluso a causarles la muerte y utilizando recursos de particular crueldad para la eliminación de los cadáveres en muchas ocasiones”.
“El ánimo de causar daño a su pareja o expareja a toda costa supera cualquier afecto que pueda sentir por ellas/os. El asesinato de las hijas o hijos es la parte más visible de esta forma de violencia extrema que destruye a la mujer para siempre; pero es habitual la manipulación de hijas o hijos para que se pongan en contra de la madre o incluso la agredan”, agrega la institución académica.
Cifras de la Fundación Contra la Violencia Vicaria indican que al cierre de 2023, al menos 2.517 mujeres fueron víctimas de esta violencia en Colombia. Para el primer trimestre de 2024, se han reportaron 890 casos.
Años atrás caminaba en el Congreso hay un proyecto de ley que buscaba poner un control sobre la violencia vicaria.
En el senado se debatió el proyecto de Ley Gabriel Esteban, con el cual se buscaba reconocer, prevenir y sancionar la violencia vicaria en Colombia.
La iniciativa, que se daba en homenaje a Gabriel Esteban, asesinado en 2022 por su propio padre, planteaba adicionar un nuevo artículo al código penal creando los delitos de homicidio vicario y violencia vicaria.
El proyecto “busca llenar el vacío jurídico que existe actualmente en el país, en el cual, aunque se le impute un cargo al victimario por el delito perpetrado contra el menor, no genera sanción penal específica que castigue el daño que se le hizo a la madre o el padre, quedando esta conducta impune”.
Nadia Blel, autora del proyecto, afirmaba que “es una lucha para todas las madres, padres y niños que hoy son víctimas de esta violencia y que no encuentran en el Estado un respaldo, una herramienta para protegerse o para lograr una verdadera justicia”.




















