La Embajada de Colombia en Argentina rechazó este lunes los hechos ocurridos el pasado viernes en el estadio Monumental de Núñez antes del partido entre las selecciones nacionales de los dos países por la Eliminatoria Sudamericana al Mundial Brasil 2014.
Por medio de un comunicado, la Embajada manifestó que 'miles de ciudadanos colombianos de bien, muchos de ellos turistas que viajaron a Argentina exclusivamente para ver el partido de fútbol entre las dos selecciones nacionales, se vieron afectados por el tratamiento a que fueron sometidos por parte de las autoridades encargadas de la seguridad en el evento sin que existiese un motivo para aplicar medidas que, a todas luces, pueden considerarse lesivas de la dignidad humana'.
Las exageradas medidas de las autoridades en Argentina, quienes que no permitieron el ingreso de hinchas ataviados con las camisetas del combinado tricolor, causaron indignación en el país.
En imágenes que transmitió la televisión argentina, el pasado viernes, se observó la requisa a la que eran sometidas las mujeres y cómo los funcionarios de seguridad verificaban que no tuvieran puestas las camisetas. Los elementos eran decomisados si las personas querían ingresar al partido.
La Embajada agredeció las manifestaciones de solidaridad de los medios de Argentina tras lo ocurrido. 'Queremos agradecerles a los medios de comunicación argentinos y a todas las gentes de este país hermano las manifestaciones de solidaridad que hemos recibido con motivo de esos lamentables sucesos, gesto que muestra la nobleza del pueblo argentino, que siempre nos ha acogido con generosidad y afecto', manifestó la Embajada a través del comunicado.
Miles no ingresaron
Pese a tener boletos para el encuentro, poco más de cinco mil colombianos se quedaron en el acceso del estadio Monumental de Buenos Aires sin poder asistir al encuentro entre Argentina y Colombia.
Víctima de la reventa de entradas, la tribuna Centenario del Monumental se mostró completa con 7.000 hinchas colombianos que alentaron a su equipo en el empate sin goles contra los argentinos.
Sin embargo, desde una hora previa al inicio del encuentro, la policía federal local golpeó y empujó a los simpatizantes visitantes que recorrieron miles de kilómetros y no pudieron asistir al partido.
