El Reino Unido entró en un creciente aislamiento por temor a la nueva cepa del coronavirus, con numerosos países en Europa y en todo el mundo que suspendieron sus vuelos con Londres y cerraron a los británicos sus fronteras, con la incógnita de si las vacunas podrán hacer frente a esta nueva mutación.
El bloqueo es especialmente dramático en los accesos al eurotunel por el paso de Dover, con miles de camiones parados. Y lo mismo ocurre al otro lado del Canal de la Mancha, en la entrada de Calais, en el norte de Francia.
Francia fue de los primeros países en cerrar sus conexiones con el Reino Unido, pero poco después lo hacían Alemania, Italia, Bélgica, Rusia, Suiza, Irlanda, Polonia y los Paises Bálticos, España y Portugal.
Con todo, el aislamiento por tierra de Inglaterra, Escocia y Gales o el cierre a los aviones del Reino Unido no ha podido impedir que la nueva cepa se extienda, a Dinamarca, Australia o Gibraltar, colonia británica en territorio español en donde al menos se ha detectado un caso.
Otra cepa en Sudáfrica
Para complicar la situación, Sudáfrica comunicó que ha detectó también una nueva variante del coronavirus, diferente a la que contagia la enfermedad en el sur del Reino Unido.
De nuevo numerosos países, como Alemania, Suiza, Turquía, Israel o Arabia Saudí han suspendido también vuelos a Sudáfrica.