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Comprar productos en outlets o centros comerciales de Estados Unidos para luego revenderlos en el país de origen se ha convertido en una práctica cada vez más frecuente entre turistas latinoamericanos. Sin embargo, las autoridades advierten que esta actividad puede derivar en sanciones migratorias, incluida la cancelación de la visa B-2, que permite ingresar al país por motivos recreativos o personales.

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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México emitió recientemente una alerta recordando que “utilizar tu visa de turista con fines lucrativos como trabajar o comprar mercancía para revenderla en México es una falta grave que puede ocasionar su cancelación”. El aviso se alinea con las disposiciones del Departamento de Estado de EE. UU., que regula estrictamente el uso de esta visa.

La visa B-2 está diseñada exclusivamente para actividades no remuneradas, tales como viajes de placer, visitas a familiares, tratamientos médicos o participación en eventos sociales y culturales. Cualquier desviación de estos propósitos, especialmente cuando involucra lucro personal, puede ser considerada un uso indebido.

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El modelo de negocio de “ir de compras para revender” ha ganado popularidad, especialmente en temporadas de descuentos, pero las autoridades migratorias han reforzado los controles para identificar a quienes recurren a esta modalidad comercial sin contar con un permiso adecuado. En caso de sospechas, los oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) pueden interrogar al viajero, revisar su equipaje e incluso anular el visado.

Además de revender productos, existen otras causas por las cuales una visa de turista puede ser revocada. Entre ellas se encuentran permanecer más tiempo del autorizado, mentir a las autoridades migratorias, utilizar carriles de ingreso restringidos como SENTRI sin autorización, cometer delitos o ingresar con artículos prohibidos. Incluso acciones indirectas, como prestar la visa a un tercero o inscribir a los hijos en escuelas estadounidenses, pueden conllevar consecuencias.

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Los titulares de visa B-2 deben recordar que este documento no permite realizar ningún tipo de actividad remunerada, ni directa ni indirectamente. Mantenerse dentro de los límites establecidos no solo garantiza el ingreso al país, sino que también evita sanciones migratorias que podrían impedir futuros viajes.

El mensaje de las autoridades es claro: quienes viajen a Estados Unidos como turistas deben hacerlo con fines legítimos. Convertir el viaje en una oportunidad de negocio, aunque parezca inofensivo, puede tener consecuencias migratorias serias.