El inicio del toque de queda en Santa Marta, decretado por la alcaldesa Virna Johnson para prevenir contagios del Covid-19, se llevó a cabo con normalidad.
Algunos samarios esperaban sobre la Avenida Santa Rita el transporte que los llevara a sus casas.
Los restaurantes, bares y otros negocios del Parque de Los Novios y del Callejón del Correo, en el centro histórico, no abrieron.
En las calles desoladas se apreciaba uno que otro transeúnte, mientras que varios patrulleros de la Policía Metropolitana les informaba que no podían estar en las calles por el decreto.
La circulación de buses de transporte público mermó pasadas las 8:10 p.m., por lo que quienes hicieron su 'agosto' fueron algunos mototaxistas y taxistas, recogiendo a los samarios que no tuvieron más opción que pagar las tarifas que les impusieron.