Jairo Medina Vega dio su versión sobre el crimen de Liliana Segovia Navarro y esta semana aceptó los cargos imputados por la Fiscalía por homicidio agravado, hurto calificado y transferencia no consentida de activos. Eso le valió una rebaja de pena y, más allá, una sentencia anticipada. Sin embargo, todavía hay elementos basados en tiempo, modo y lugar, que no coinciden con el testimonio de este hombre, de 30 años, y deja una ventana abierta para que las autoridades continúen investigando a fondo el caso.
La existencia o la historia de la mujer, de 36 años y or iunda de Mompox, Bolívar, fue conocida por los medios desde el martes 1 de marzo cuando se emitió una circular con sus datos y una fotografía de su rostro desde el Grupo de Búsqueda de Personas Desaparecidas del CTI de la Fiscalía, tras denuncia interpuesta por su desaparición.
Un día después, su cuerpo sin vida fue hallado con bolsa y cinta en su cabeza en un sector enmontado, perteneciente a una finca, del municipio de Tubará.
Un familiar, testigo de la diligencia de levantamiento realizada por peritos de la Sijín y la Fiscalía, pidió en ese momento una pronta investigación para dar con el o los responsables de segarle la vida a la mujer.
{"titulo":"'Hermano, ese ‘overhaul’ te lo recomiendo; no puede haber rastros de fluidos'","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-hermano-ese-overhaul-te-lo-recomiendo-no-pueden-quedar-rastros-de"}
Liliana Segovia residía en un edificio situado en la calle 60 No. 43-90 del barrio Boston, en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla. Allí vivía con un anciano de 97 años, llamado Ramón Urrego Flórez, quien inicialmente era su patrón y luego se convirtió en su pareja. Además, ella tenía bajo su protección a un sobrino, de 6 años, que se había traído desde Mompox desde que este tenía los 2 y corría con todos sus gastos, personales y educativos.
Precisamente el que no haya ido a buscar a su sobrino el día 28 de febrero al colegio, como todos los días lo hacía, incluso previo a la pandemia, fue lo que alertó a sus vecinos y a sus familiares sobre su paradero. Desde ahí se emprendió la búsqueda de la mujer, por toda Barranquilla, que derivó en el hallazgo de su cuerpo luego de que jornaleros lo tropezaran cuando iban por un sendero de la finca y alertaran a la Policía local.
Todavía no se sabía dónde estaba su camioneta nueva, una Nissan Xtrail color plata, placas KQV-902, que había adquirido un par de meses atrás, ni tampoco se tenía conocimiento de que le habían vaciado una cuenta virtual de dinero 'desmaterializado', en la aplicación MetaMask, en la que tenía 10 mil 15 dólares.
{"titulo":"Caso Liliana Segovia: Defensa de John Medina pide domiciliaria ","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-defensa-de-john-medina-pide-domiciliaria-893776"}
El primer paso
El lunes 7 de marzo, el Grupo Gaula de la Policía y Fiscalía, en rueda de prensa, dieron a conocer la captura de Jairo Medina Vega, un muchacho estudiante de Ingeniería de Minas, vecino del barrio San José y apasionado por las pesas, según lo que se manifestó preliminarmente tras el procedimiento de las autoridades.
A él se llegó, dado a conocer posteriormente por la Fiscalía, luego de que un comerciante de carros entregara voluntariamente la camioneta Nissan y manifestara que la había comprado por $25 millones a unos comerciantes de Valledupar el día 1 de marzo. Además, esta persona, en interrogatorio, aseguró que daba el vehículo luego de 'leer noticias' de que pertenecía a una persona asesinada.
Poco a poco fue entonces la Fiscalía tejiendo la red, obteniendo números telefónicos y testimonios en la capital del Cesar y en San Juan del Cesar, La Guajira, hasta que dio con la identidad de Medina Vega, quien había vendido la camioneta modelo 2022 por $12 millones, pese a que su valor superaba los $140 millones. Para esa gestión, habría falsificado firmas y documentos.
{"titulo":"'A Liliana la estábamos esperando para Semana Santa y el Día de la Madre'","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-padre-adoptivo-pide-todo-el-peso-de-la-ley-sobre-los-responsables"}
La confesión
En las dos primeras audiencias preliminares contra el capturado, el fiscal del caso, Rodrigo Restrepo, entregó una serie de elementos relacionados con la investigación, pero también incluyó en su exposición el interrogatorio de Medina Vega, quien aceptó de manera anticipada haber cometido supuestamente el asesinato de la mujer, de robarle su vehículo y vaciarle la cuenta virtual.
En la declaración, la cual fue confirmada a este medio por el mayor Diego Molina, comandante del Grupo Gaula de la Policía, este supuestamente manifestó haber citado a Liliana Segovia el día 28 de febrero para plantearle la negociación virtual, pero además, para quitarle a la fuerza la camioneta de placas KQV-902, modelo 2022, que ya tenía negociada con terceros en Valledupar desde el 24 de febrero.
Para ello, el hoy capturado le pidió a Segovia que llegara a las 7:00 de la mañana a la parte de atrás del Parque del Sol, situado en la carrera 39 con la calle 73, en el sector de Betania, y la mujer accedió al encuentro.
Peritos de Medicina Legal determinaron entonces que el deceso de la mujer fue por 'asfixia mixta por sofocación y constricción del cuello con la mano'.
Cuando llegó el momento en la audiencia de imputación en el que juez Décimo Penal Municipal tomó la palabra para formular la pregunta a Medina si aceptaba o no los cargos imputados por la Fiscalía, el detenido rompió en llanto y manifestó: 'Señor juez, yo acepto los cargos que se me imputaron en esta audiencia'.
{"titulo":"Fiscal del caso de Liliana Segovia no descarta que haya más involucrados","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/liliana-segovia-fiscal-del-caso-no-descarta-que-haya-mas-involucrados-893232"}
Versión y tiempos no cuadran
Hoy existe una confesión, una persona que aceptó en solitario haber cometido el hecho y un perdón general. Pero también existen piezas que no encajan en torno al crimen. Incluso, el propio fiscal del caso y el jefe del Grupo Gaula de Policía, coincidieron en conceptos, en su momento.
Primero en el tiempo que permaneció el cuerpo en el carro propiedad del sospechoso. Fueron más de 12 horas y absolutamente nadie, ni siquiera el supuesto primo de Medina Vega se dio cuenta que transportó un cadáver de un punto a otro, siendo que el automotor, un Chevrolet Ónix nuevo, es un vehículo compacto.
Segundo, el lugar del asesinato. En la calle 74 con carrera 39, sitio donde supuestamente fue asesinada Liliana dentro de un carro, nadie se dio cuenta. Nadie fue testigo, pese a que en la hora en que se cometió el hecho, es decir 7:00 a. m., hay alto flujo de vehículos por el ingreso de los estudiantes a los colegios de la zona.
{"titulo":"'Pido perdón, acepto los cargos': imputado del caso Liliana Segovia","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-pido-perdon-acepto-los-cargos-senor-juez-medina-893200"}
Tercero, la forma cómo se ocultó el cadáver de Liliana. Esto en sentido que el fiscal señaló que una vez Medina Vega regresó de Valledupar después de vender la camioneta de la mujer, volvió a pedirle el favor al primo que comprara un tanque plástico con tapa. Con ese artículo se fue para una residencia del Centro y en el lugar, según la Fiscalía, tardó solo 8 minutos: de 9:22 p. m. a 9:30 p. m., para meter el cadáver de Liliana en el tanque comprado. Además, en ese tiempo, también forró su cabeza con una bolsa y cinta adhesiva.
Cuarto, el traslado del tanque con el cuerpo a la casa del sospechoso. De acuerdo con el relato del fiscal, Medina Vega bajó el tanque de al menos 55 galones en la planta baja de su casa y luego lo subió por unas escaleras. Es decir, él solo subió un peso equivalente a unos 74 kilos, pues la víctima, de 1,60 metros de estatura, tenía unos 65 kilos de peso y el tanque vacío llegaría a pesar unos 9 kilos. De eso, tampoco nadie fue testigo.
La medida de aseguramiento contra Medina Vega no ha sido definida por el juez. La decisión será tomada esta semana que entra.
{"titulo":"Caso Liliana Segovia: un cuento de ‘hadas’ que lo habría acabado la envidia","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-un-cuento-de-hadas-que-lo-habria-acabado-la-envidia-893092"}
Análisis de expertos en torno al crimen de la mujer
El abogado Richard Poveda Daza, experto en ciencias forenses de la Fundación Criminalística Forense de Colombia, en referencia al caso de Liliana Segovia Navarro, apuntó sobre la acción de meter el cadáver en un tanque que 'se puede establecer clínicamente si el cuerpo presentaba lesiones en las articulaciones, es decir si había músculos que fueron forzados para introducirlo en algún tipo de recipiente o caneca'.
Explicó además que la rigidez de un cuerpo va avanzando por fases o por etapas. 'Una vez ocurrido el hecho empieza una contracción de los músculos que empieza por la mandíbula, los músculos oculares, los músculos del cuello y va avanzando de manera general por todo el cuerpo logrando su esplendor a las 24 horas'. Esto con el tiempo que permaneció el cadáver de Liliana en el carro y su posible rigidez.
Sin embargo, el experto detalló que 'probablemente una vez fallecida la persona pudieron haber puesto el cadáver de una forma para que cupiera en el tanque, para que no hubiera necesidad de forzarlo, sino que se sabía con anticipación que iba a ser embalada dentro un recipiente de esa naturaleza'. Frente al tiempo de ejecución del acto de embalaje, señaló que no pudo haberse hecho en 8 minutos, tal y como reveló la Fiscalía sobre la versión de Medina Vega.
Por su parte, el ex director de Medina Legal Juan Ángel Isaac también coincidió con lo expuesto por el abogado. 'Pudieron haberlo forzado, pero no pasaron las 18 horas, que es un tiempo en que va avanzando la rigidez'.
Por otro lado, la sicóloga forense y docente de la Universidad del Norte Edith Aristizábal, en relación a la forma cómo se trató de desaparecer la evidencia, es decir, en los que respecta al lavado del carro donde se transportó el cadáver, otra de las cosas que reveló la Fiscalía sobre Medina Vega a través de un audio que este envió al propietario de un taller de mecánica, precisó que 'es posible que tuviera conocimiento por algo que vio o que oyó sobre los fluidos. O puede que no. Puede que sea un conocimiento visto de algún programa televisivo. Sí lo sabía, pero no necesariamente porque lo hubiera hecho antes aunque puede que sí fuera experiencia. Parece alguien interesado en el crimen y que buscara programas especializados'.
{"titulo":"Caso Liliana Segovia: robo de camioneta y de dinero 'desmaterializado'","enlace":"https://www.elheraldo.co/judicial/caso-liliana-segovia-robo-de-camioneta-y-de-dinero-desmaterializado-892830?"}


