a ambición arquitectónica de Barranquilla está marcada, en gran medida, por la majestuosidad de su arquitectura eclesiástica, el arte de construir sus primeras y más representativas iglesias y las cosas que consideraron 'bellas' y 'bien hechas'.
Una travesía por algunos de esos monumentos deja lo anterior en evidencia. Los lugares de culto del catolicismo no solo son admirados por sus fieles, sino por cualquier transeúnte que se tropiece, mientras recorre las calles de la ciudad, con los siete vitrales de la Catedral, la suntuosa cúpula de la Iglesia San Roque o el frontispicio de la Iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, por citar ejemplos.
Son la visita a estos templos un viaje a diferentes épocas del pasado. Algunos, por ejemplo, son fieles a los postulados del estilo neogótico, que exalta el mundo medieval y revive las formas góticas, tal como lo hacen las iglesias de Chiquinquirá y San Roque.
Otros, como la iglesia San José, siguen la estela del neoclasicismo, un movimiento estético que apareció en el contexto de la Ilustración, en la primera mitad del siglo XVlll en Francia.
Para recordar estas influencias y desempolvar lo que guardan las ‘cruces’, surgen iniciativas como la del colectivo #todomono, que hace seis años lidera un recorrido por los monumentos con el fin de adentrarse en el patrimonio cultural de las iglesias más icónicas de la ciudad. También lo hace la Secretaría de Cultura de Barranquilla, en su búsqueda por explorar y promover el turismo religioso en la comunidad.
Iglesia San Roque
Este templo de estilo neogótico florentino –único en el país– fue durante 28 años, en sus inicios, una parroquia 'ilegal'. La iglesia está incrustada sobre la calle 30, en el barrio San Roque, y su construcción tardó cuatro años, tres meses y 16 días (1853–1857). Fue el noble pero ambicioso resultado de una promesa de la comunidad barranquillera que en aquella época sufrió por la epidemia de cólera y que pedía al peregrino occitano San Roque que ya no se multiplicaran las muertes por esta enfermedad. Cuando el azote del cólera mermó, los habitantes iniciaron los trámites para construir un templo en el nombre de San Roque.
Iglesia San Nicolás de Tolentino
Sobre la carrera 42 con calle 33, en el corazón de Barranquilla, fue levantada una edificación de culto católico romano que rinde tributo al místico católico italiano San Nicolás de Tolentino, considerado patrono de la ciudad. La obra data desde la segunda década del siglo XVII, pero solo fue culminada unos 300 años después tras es impulso del Padre Carlos Valiente. El templo es fiel a los postulados del estilo neogótico, siguiendo la estela de las suntuosas catedrales de la Antigüedad. El 11 de febrero de 1885, las tropas revolucionarias contrarias al gobierno de Rafael Núñez utilizaron las torres de la iglesia para disparar desde allí a sus enemigos. Más tarde, como símbolo del fin de la guerra, se enterró en esa esquina un Cañón Verde invertido. La iglesia es un Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional desde 2005.
Iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá
La iglesia Chiquinquirá es una de las advocaciones con que el catolicismo venera a la Virgen María, considerada la santa patrona de Colombia. El templo goza de una arquitectura ecléctica, una tendencia que mezcla elementos de diferentes estilos y épocas. La parroquia se creó 9 de julio de 1926, 60 años después el Papa Juan Pablo II visitó el santuario y oró por la paz de Colombia a los pies del monumento a la virgen. Está ubicada en la calle 45 con carrera 30.
Iglesia del Rosario
La polarización que había entre las parroquias de San Nicolás y San Roque durante la década de los 50 urgía la necesidad de construir un nuevo templo, cuyo nombre terminaría por bautizar al barrio El Rosario. En 1880 se inició el levantamiento de esta iglesia, la tercera en la historia de Barranquilla, gracias a la obra del padre Carlos Valiente y la iniciativa de los Hermanos de la Caridad, un grupo conformado por masones, católicos judíos, entre otros religiosos. La obra finalizó unos 10 años más tarde, cuando la cúpula obtuvo su cruz de bronce.
Catedral María Reina
Su nombre oficial es Catedral Metropolitana María Reina de Barranquilla. Se trata de una edificación con estilo modernista, caracterizada por llevar en sus adentros la escultura Cristo Libertador Latinoamericano, siete vitrales con un significado cada uno, así como diversos mosaicos de cerca de 16 metros de alto. La construcción de este templo, diseño del italiano Angelo Mazzoni de Grande, se tardó 27 años. La emblemática catedral fue santificada por la presencia y bendición del Papa Juan Pablo II, en su visita en 1986.


