¿Cómo aprovechar el espíritu empresarial de los colombianos?
Según el GEM 2015-2016, en el país hay una alta cultura para emprender, sin embargo, son pocas las ideas innovadoras que se materializan en empresas formales.
En la última década América Latina ha registrado un crecimiento significativo en su dinamismo empresarial, lo cual se debe en especial por la actividad emprendedora. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2015-2016, es la segunda región con mayor intención de emprendimiento (aquellos que planean iniciar un negocio en los próximos 3 años) con 29,9% de la población entre 18 y 64 años motivada en hacerlo.
Para Colombia, los resultados de este tipo de mediciones siempre revelan que hay una alta cultura de creación de empresas. El informe del GEM indica que 71% de los adultos ve el espíritu empresarial de manera positiva y 52% tiene la intención de innovar.
José Polo, profesor del IEEC de Uninorte, dice que los colombianos se están animando a emprender porque no hay empleo, el mercado natural está saturado y tienen que buscar la manera de auto emplearse. “En los estudios del GEM, Perú y Colombia son siempre los primeros países en emprendimiento, porque no hay empleo y las personas deben auto emplearse”, agrega.
Aunque las condiciones de desempleo y las exigencias diarias son una de las mayores motivaciones para los emprendedores, de acuerdo con el GEM, casi dos de cada tres empresarios latinoamericanos son impulsados por oportunidad y no por necesidad.
El informe señala que si bien la principal motivación es no depender de un empleador, el 40% de los colombianos piensa que lo hacen para mejorar la compatibilidad entre familia y obtener tiempo libre, y conseguir su realización personal. Luis Fuenmayor, profesor de Economía de Uninorte, destaca que una motivación es la oportunidad de trabajar en algo en lo que se apasionan.
De acuerdo con Eduardo Gómez Araujo, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, la cultura de emprendiemiento que se ha generado en el país también es producto del aumento de la promoción y formación en el tema en los niveles de educación primaria, secundaria y universitaria.
“No se pueden desconocer los efectos positivos que la Ley 1014 de 2006 —de fomento de la cultura emprendedora— ha tenido en el sistema de educación para incentivar la promoción y formación en emprendimiento”, señala.
Desafíos al emprender. Ciertamente el país cuenta con características que hacen posible el emprendimiento, entre las que se destaca el tamaño del mercado, la positiva predisposición ante los negocios y el ingenio para buscar herramientas que hagan posible la formación de nuevas corporaciones que generen oportunidades.
Sin embargo, el Índice de Condiciones Sistemáticas para el Emprendimiento Dinámico, un estudio revelado por el Banco Interamericano de Desarrollo, indica que los emprendedores de clase media en América Latina cuentan con menos recursos y capacidades que sus contrapartes de clase alta. Y un 87% de la población emprendedora no cuenta con un título universitario.
“En un mundo globalizado, los emprendedores no pueden competir y desarrollar innovaciones si no están bien educados en niveles técnico, tecnológico y universitario y no están relacionados con la actividad científica”, dice Gómez.
Asimismo, el acceso al financiamiento es una de las restricciones más importantes cuando se crea una empresa. El tiempo transcurrido entre el momento en que se concibe una idea hasta que se establece la primera empresa es de 4,4 años en América Latina; todavía alto en comparación con los 1,5 años en Corea, 2,4 años en Taiwán y China, y 3,4 años en Italia y España.
Otro de los grandes problemas es la escasa innovación que se origina desde los emprendimientos. El tejido empresarial de la región no es capaz de crear empresas dinámicas que contribuyan al crecimiento, a la diversificación industrial y a la movilidad de los ingresos. En promedio, la probabilidad que tiene una empresa de la región de introducir un nuevo producto está 20 puntos porcentuales por debajo de la observada por las empresas en países de ingreso alto.
La falta de innovación es una de las razones que explican el lento crecimiento de las empresas en América Latina, donde el 66% de las empresas nuevas por emprendedores de clase media se insertan en sectores tradicionales.
Según el profesor Polo, para cambiar esto en el país hay que formar en emprendimiento de alto impacto en las universidades. “Orientar la capacidad que tiene el SENA con el Fondo Emprender y hacerla más visible para un conjunto de emprendedores; fortalecer estrategias a nivel de plataformas virtuales para la identificación de oportunidades de nuevos negocios basados en el valor agregado y en la identificación de oportunidades de innovación; e introducir recursos orientados a emprendimientos de base tecnológica con mentorías de expertos son posibles alternativas”, puntualiza.
Los que más emprenden
De acuerdo con el BID, Colombia se ubica en el primer puesto en cuanto al capital humano emprendedor. La ciudad con mayor actitud de emprendimiento del país es Barranquilla, seguido por Cali, Medellín y Bogotá. El mayor potencial de emprendimiento en Colombia está en la población menor a 35 años, con un 83%, seguido por personas entre 35 y 49 años, con un 80%, y un 63% los empresarios mayores a 50 años.
