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La situación fiscal de Colombia se perfila como uno de los principales retos a enfrentar en 2025. Según Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario, al advertir que el Gobierno deberá presentar de manera formal el próximo 14 de junio el marco fiscal de mediano plazo al Congreso de la República, como base para la programación del presupuesto para 2026.

“Igualmente, este marco fiscal de mediano plazo se debe presentar a la comisión legal de cuentas y de la misma manera operará como documento fundamental para la realización de la reunión de revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con miras a la obtención de la continuidad o no de la línea de crédito flexible con el FMI”, resaltó Amorocho.

Alza marcada en el gasto del sector público

Para el experto, el panorama fiscal está marcado por un incremento significativo en el gasto público durante 2024, impulsado principalmente por un aumento del 20,3 % en los gastos de funcionamiento, incluyendo el servicio de la deuda. De otra parte, sin considerar la deuda, el crecimiento de los gastos de funcionamiento asciende al 25,8 %, impulsado por un alto número de contratos de prestación de servicios por fuera de nómina.

Amorocho subraya que el gasto en funcionamiento creció un 14 % en términos reales, superando por más de ocho veces el crecimiento económico del 1,7 % registrado el año pasado. Por su parte, la deuda pública presentó un crecimiento real del 11 %, seis veces superior al crecimiento del PIB.

En contraste, los ingresos del Estado apenas crecieron un 2,33 % nominal, lo que ha generado un déficit fiscal del 6,7 % y una deuda pública cercana al 61 % del PIB, muy cercana al ancla de deuda del 65 % establecida por las autoridades financieras internacionales. Además, el país enfrenta un rezago presupuestal de $30 billones a abril 30 de 2025.

De acuerdo con Amorocho, el FMI ha recomendado a Colombia aprovechar la revisión autoimpuesta del acuerdo de la línea de crédito flexible para realizar ajustes en el gasto público, particularmente en los gastos de funcionamiento. Se estima que los ajustes necesarios podrían rondar los 30 billones de pesos, además de una reevaluación de los ingresos tributarios y un mayor esfuerzo en la lucha contra la evasión fiscal.

“En el contexto actual, el sector privado ha mostrado signos de recuperación en el crecimiento del PIB, pues según el DANE se logró un nivel del 2.7 % del PIB en el primer trimestre de 2025, impulsado por el crecimiento del sector agropecuario, el comercio y la industria manufacturera. Igualmente, la actual dinámica y las buenas perspectivas que una adecuada diplomacia comercial tendría sobre el sector externo de la economía, coadyuvarían para sostener un crecimiento económico entre el 2,6 % y el 2,7 % al cierre de 2025, particularmente por el aumento de exportaciones menores”, anoto Amorocho.