La ‘Juniormanía’ se apodera del comercio: esperan que las ventas aumenten en un 70 %

Cuando Junior disputa un partido decisivo, como es el caso de una final, Barranquilla se paraliza, y si hablamos del comercio, sea formal o informal, se convierte en una gran oportunidad para incrementar sus ventas.

Y no es para menos. Esta final que el equipo ‘tiburón’ afrontará ante el Independiente Medellín, que puede convertirse en el sueño de la décima estrella, es una oportunidad que los comerciantes aprovechan para vender diferentes accesorios alusivos al equipo barranquillero, como la acostumbrada camiseta rojiblanca, manillas, balones, gorras, vasos y múltiples accesorios que hacen que nuevamente se desate la ‘Juniormanía’ en la capital del Atlántico.

En este momento, en el que la Navidad toca la puerta de todos los barranquilleros y el comercio se centra en productos navideños para la familia, también se da la ocasión de añadirle el plus de artículos relacionados con Junior. Y es que para nadie es un secreto que la ciudad se emociona con estos momentos, en el que se ve favorecido el comercio informal, formal, dueños de establecimientos nocturnos y de comidas.

El optimismo se siente en todos los sectores. La ‘Juniormanía’ se apropia poco a poco de la ciudad y los comerciantes sienten que es un momento ‘prime’ para fortalecer sus ventas y tener una Navidad llena de provisión económica para sus negocios.

Tal es el caso de Rafael Sequeira, un comerciante barranquillero que tiene su local de camisetas y accesorios del Junior en Galería 72, al norte de Barranquilla, y manifestó, en diálogo con EL HERALDO, que espera que las ventas de su negocio incrementen, tanto para el partido de ida, como para los próximos días previo al duelo de vuelta en Medellín.

'Cuando el Junior juega y le va bien, a mí también me va bien, y normalmente cuando el plantel tiene este tipo de partidos, a mí personalmente las ventas me aumentan hasta en un 70 % en lo que tiene que ver con las camisetas, que es lo que comúnmente la gente compra, y por supuesto banderas y gorras', destacó el comerciante.

En ese sentido, agregó que es una oportunidad para todos sus colegas comerciantes para aumentar las ventas y tener un buen cierre de año.

Sequeira manifestó que en su local vende las camisetas de Junior en precios que oscilan entre $35 mil y hasta $70 mil dependiendo de la calidad.

Por otra parte, Gloria Pedroza, comerciante del norte de Barranquilla, expresó que tiene grandes expectativas para incrementar la provisión de su negocio en torno a la ‘Juniormanía’ que actualmente tiene la capital atlanticense.

'Nosotros estamos esperando que el Junior gane, porque a nosotros se nos incrementan las ventas, tanto las camisetas como las artesanías. Si nosotros por lo general vendemos un 40 %, se nos sube a la mitad, entonces creo que es una oportunidad de oro para motivar al equipo a que salga campeón, y a nosotros eso nos favorece en gran manera para el sustento de nuestras familias', comentó Gloria Pedroza.

La comerciante le afirmó a EL HERALDO que otro factor que hace que las ventas aumenten es la llegada de turistas, sean nacionales o extranjeros, que están interesados en ser parte de esta fiesta del fútbol.

'El turismo siempre llama a grandes ventas, y como muchos se quedan por temas de vacaciones, hay mayor fluido de personas y crece la posibilidad de venta', precisó Pedroza.

La comerciante vende camisetas del cuadro ‘tiburón’ para niños, mujeres y hombres y los precios oscilan entre $30 mil y $70 mil.

Otros accesorios como llaveros, pulseras, pañoletas y hasta caretas de marimondas de Junior las venden entre $15 mil y $30 mil.

Los compradores también sienten la necesidad de apoyar al equipo con la adquisición de algún accesorio ‘tiburón’. Pablo Villa nos comentó que ahora es la oportunidad de apoyar al equipo comprando la camiseta actual del equipo barranquillero.

'Aunque no voy a ir al estadio, quiero apoyar a mi Junior desde la casa, y qué mejor forma de hacer sentir esa energía con la compra de una camiseta del club. Me gusta mucho la actual y pienso comprarla. Mi hijo también quiere una camiseta del equipo para Navidad y se la voy regalar, y con la ayuda de Dios vamos a obtener esa estrella', aseguró el cliente.

Si hay establecimientos donde la expectativa es mayor, es sin duda alguna los tenderos, que aprovechan el momento para sacar un gran televisor para atraer a todos los clientes que quieren verse el partido mientras consumen los productos que venden en dicha tienda, en el que predomina la cerveza.

'Es un momento que siempre esperamos para el negocio, y aunque no soy hincha del Junior, mucha de mi clientela si lo es, así que es una oportunidad buena para incrementar las ventas en la tienda hasta en un 60 %. Por lo general, para un partido de Junior, la gente se queda viendo el encuentro y consume cerveza, pero ahora con esta gran final, aspiramos que la clientela, que es por lo general vecinos del barrio, vengan y disfruten del buen trato y excelente música para estos días de final', contó un propietario de tienda en el barrio Boston al norte de Barranquilla.

El comercio también se vive en los bares y restaurantes de la capital del Atlántico, en el que normalmente suben sus ventas cada vez que Junior juega un partido de vital importancia, así como en los partidos de la Selección Colombia cuando juega por eliminatorias.

De acuerdo con los cálculos de la Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB) suministrados a EL HERALDO, un total de 397 bares y discotecas de la ciudad tendrán actividad durante los partidos de la final entre el Junior y el Medellín, y aunque no se tienen los pronósticos de crecimiento en ventas, la realidad es que muchos de ellos realizarán actividades en alusión a esta gran final tales como promociones en productos de licores, pantallas gigantes, entre otros, con el fin de atraer a la clientela para disfrutar cómodamente de la final del fútbol profesional colombiano.

La CCB también resaltó que un total de 838 restaurantes de la ciudad prestarán sus servicios para albergar la gran final de la liga colombiana.

Más allá del optimismo generado por los comerciantes en Barranquilla, la realidad es que el Junior, más que un club, se ha convertido en un estilo de vida para muchos negocios que ven en el una oportunidad para salir adelante, aumentar las finanzas y tener una Navidad que muchos sueñan que sea ‘10 de 10’.