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Ronald es el hermano menor, ‘el Pibe’ es el mayor. /Ronald en su época como jugador del Junior. Cortesía
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“El Pibe también me regañaba, no tenía compasión ni con su hermano”

Ronald Valderrama, exmediocampista del Unión Magdalena, Junior y Unicosta, ya tiene 19 años de estar viviendo en Estados Unidos.

Cuando contesta su teléfono y se entera que lo están llamando de Colombia para entrevistarlo, se sorprende gratamente. “¡Hombe! Gracias, qué bueno. Por lo menos alguno se acordó de Ronald”, dice y suelta una carcajada.

Ronald Valderrama ya suma 19 años viviendo en Estados Unidos. Antes de radicarse en Tampa, figuró jugando en el Unión Magdalena, Junior y el desaparecido Unicosta.

El exvolante de marca (y a veces zaguero), hermano de Carlos Valderrama, rememoró con EL HERALDO su época de futbolista, los momentos alegres y tristes que le tocó protagonizar. Recordó aquel penal fallado ante Vélez Sarsfield, en las semifinales de la Copa Libertadores de América de 1994, y las anécdotas vividas junto al ‘Pibe’. 

P.

¿Qué hay de la vida de Ronald Valderrama?

R.

Ronald Valderrama se vino para Estados Unidos en 2001 a jugar en Minnesota Thunder, ahí estuve una temporada, no me renovaron y me quede. Duré 12 años trabajando duro sin papeles, ya gracias a Dios tengo mis documentos y puedo ir a visitar a mi familia. Estoy trabajando duro como ha sido mi vida acá.

P.

¿En qué trabaja?

R.

En estos momentos estoy trabajando en el mercado de Tampa manejando camiones en una compañía, viajando a los pueblos más cercanos de Tampa.

P.

¿Se alejó totalmente del fútbol?

R.

Cuando hay la posibilidad de jugar, hay que recordar. Ya no juego casi. Anteriormente sí lo hacía. El único día que tengo de descanso es el domingo y se lo dedico más a la familia. Yo acá vivo con mi esposa. Yo tengo cinco hijos, cuatro en Colombia de mi primera pareja y otro acá con mi esposa actual. Tengo un niño de 8 años. Gracias a Dios las cosas han marchado perfectamente.

P.

¿Cómo comenzó usted en el fútbol?

R.

Mi primer equipo fue el del barrio, se llamaba Deportivo Quiquijue que el entrenador era el primo mío ‘Roba Pollo’ (Edison González Palacio), que también jugó en el Unión Magdalena. Ahí comencé. Después me fui para el equipo que dirigía mi papá y de ahí salí para el Unión Magdalena. Así comenzó mi carrera. En el Unión Magdalena duré 8 años. Estuve esperando la salida para buscar nuevos aires. Ahí fue cuando llegué a Junior. Yo debuté a los 18 años, me dio la oportunidad Eduardo Retat.

P.

¿Cómo llegó al Junior?

R.

Llegué al Junior en 1994. En esa época comencé jugando con el Unión Magdalena, pero luego Junior se interesó e hizo la compra mía.

P.

¿Qué cree que fue lo más bonito que vivió en Junior?

R.

Cada futbolista lo que aspira es jugar una Copa Libertadores y tuve la oportunidad de estar ahí. Con grandes jugadores como ‘Pachequito’, Mackenzie, mi hermano El ‘Pibe’, Montecinos, con todos esos jugadores importantes.

P.

¿Cuál fue el momento más lindo y más triste con Junior?

R.

Mira como son las cosas. El momento más lindo fue jugar la Copa Libertadores y llegar a esa semifinal y lo más triste es que ese día me tocó patear un penal ante Vélez Sarsfield y la bola pegó en el palo, eso fue muy triste. Yo no estaba incluido ese día para cobrar penales, pero así es el fútbol y me tocó. Después seguí luchando en el Junior.

P.

En esa tanda de penales ante Vélez ya los cinco cobradores iniciales lo habían hecho. ¿Cómo lo eligen a usted para que cobre?

R.

Yo lo que presencie en ese momento es que los que iban a cobrar no querían patear hasta que llegó un momento en el que mi hermano ‘el Pibe’ me dijo: ‘¿Ronald qué?’. Yo le dije si a mí me dan la oportunidad, yo pateo, no tengo problemas. Tenía toda la tranquilidad, pero las cosas no me salieron a mí en ese cobro.

P.

¿Cuándo lo botó Héctor Méndez, el Pibe lo mandó a usted?

R.

Cuando lo botó Méndez el profe Comesaña le dijo a los que seguían, pero no quisieron patear. Yo nada más veía que todo el mundo hacía con la cabeza que no y ‘el Pibe’ me dijo a mí. Yo había cobrado penales en el Unión Magdalena y tenía la tranquilidad, pero no tuve la fortuna ese día.

P.

¿Chilavert le dijo algo al momento de cobrar?

R.

No me dijo nada. Yo estaba tranquilo. Esas son cosas del fútbol que pasan. Yo estaba concentrado en donde lo iba a patear y bueno, pegó en el palo. Fue duro para mí botar ese penal. Ese cobro iba fuerte, pasó rasante y pegó en el palo.

P.

¿Cómo fueron esos instantes cuando ve que esa pelota se estrella en el palo?

R.

Yo quería que me tragara la tierra cuando boté ese penal. Era un momento importante para Junior, uno lo que siempre quiere es ganar.

P.

¿Después de eso que siguió en el Junior?

R.

Estuve un tiempo más tratando de acomodarme al equipo y todo eso, pero no tuve la continuidad, todo técnico que llegaba no tenía la fortuna de caerle bien o no le simpatizaba tácticamente. Entonces me tocaba luchar a cada momento por buscar la titularidad. A veces sí, otras no, así me tocó en Junior a mí. Ahí estuve cinco años (1994-1998).

P.

¿Cómo celebró el título de 1995?

R.

En ese año comencé de titular, luego era alternativa. Me utilizaron en varias posiciones, de central, en el medio y así estuve. Cuando me daban la oportunidad, daba lo mejor de mí. Yo a todos mis compañeros los he contactado y conversó con ellos.

P.

¿Qué clase de jugador era Ronald Valderrama?

R.

Yo era un jugador de mucha jerarquía, de ida y vuelta. Sabía con la pelota.

P.

¿Qué significó jugar al lado de su hermano, el más grande jugador de Colombia?

R.

Yo siempre decía que quería jugar al lado de mi hermano para saber qué se siente, y tuve ese orgullo de jugar al lado de mis dos hermanos.

P.

¿‘El Pibe’ lo regañaba o con usted era diferente?

R.

Eso en mi hermano es normal, eso no se lo quita nadie (risas).

P.

¿Cómo eran los regaños?

R.

Fuertes, él siempre ha sido de carácter duro, el hombre no tenía compasión ni con su hermano. Si ese día me tocó, tenía que tragarme el regaño y darle para adelante. Él tenía la experiencia para regañar a todo el mundo.

P.

¿Cuándo botó el penal ante Vélez qué le dijo?

R.

Solo lo vi que agacho la cabeza. Le dolió.

P.

¿Cuándo le tocó enfrentar al ‘Pibe’ le daba patadas?

R.

Cuando yo jugaba en el Unión y me tocaba enfrentarlo, todos los técnicos me mandaban a marcarlo a él y me tocaba darle patadas.

P.

¿‘El Pibe’ no se molestaba con esas patadas?

R.

Varias veces. El hombre me decía: ‘cuando vayas a la casa se lo voy a decir a mi papá’. Pero mi papá estaba era muerto de la risa.

P.

¿La anécdota que nunca olvida con ‘el Pibe’?

R.

Una vez, estando en el Unión, en el que también jugaba Alan (otro hermano), Carlos jugaba en el Cali. Nos enfrentamos en un partido y lo cogimos y le dimos una ‘botinera’. Ese día expulsaron a Alan y a mí. Ese hombre estaba muerto de la risa allá en la casa. Yo apenas estaba empezando en el fútbol, pagando el derecho a piso.

P.

¿Para usted cuál es el mejor de la dinastía de los Valderrama?

R.

Compadre. Ahí está pintado. El hombre que ha sido el mejor de Colombia, el mejor pasador del mundo, Carlos El ‘Pibe Valderrama’ y Didi Valderrama. Han sido espectaculares.

P.

¿Por qué nunca se dejó crecer el afro como ‘El Pibe’?

R.

Yo comencé con el estilo ese, pero después cambie.

P.

¿Cómo fue esa historia del penal que cometió con la selección Colombia juvenil en el Mundial Chile-1987?

R.

Esa fue una mano que cometí, ese partido era para entrar a la próxima ronda. Ese equipo con el empate pasaba y a nosotros nos servía era la victoria. Eso fue contra Alemania Federal.

P.

¿Recuerda la pelea que protagonizó en un partido amistoso entre Junior y Palmeiras?

R.

(Risas). Ese día hubo una trifulca y le iban a caminar al profe Julio César Uribe. Cuando yo vi eso me puse enfrente y empecé a tirar mano.

P.

¿Por qué no se dedicó a la dirección técnica?

R.

No me dediqué a eso porque me dediqué a trabajar. El fútbol para mí no fue tan especial porque, a pesar de haber jugado por muchos años, no tuve la fortuna o la suerte como yo pensaba.

P.

¿Qué le faltó conseguir en el fútbol?

R.

De todos esos años que jugué en el Unión creo que merecía llegar a conseguir cosas más grandes de lo que yo fui. Yo estuve en Unión, Junior, Unicosta y después pasé a Minnesota Thunder, que es un equipo de segunda división.

P.

¿Cómo fue esa etapa en el Unicosta?

R.

Fue una etapa muy bacana porque todos los técnicos que llegaron me dieron la oportunidad de jugar. A mí me fue bastante bien, cuando llegó Hugo Gallego jugué de central y después llegó Retat y también me brindó la oportunidad.

P.

¿Prefería jugar de zaguero o de volante de marca?

R.

Yo siempre fui volante. En Unión Magdalena era más de ida y vuelta que de marca.

P.

¿Sigue al Junior a la distancia?

R.

Claro, yo siempre estoy pendiente. Me pongo a ver los resultados y los jugadores que llegan. También sigo al Unión Magdalena, que ese es el equipo mío del alma.

P.

¿Qué análisis hace de la situación del Unión Magdalena?

R.

Lo que puedo decir es que se ha acabado por no darle oportunidad al jugador samario. Yo me acuerdo que a uno le daban la oportunidad y uno se rompía el alma para estar ahí siempre. Ahora solo veo uno o dos jugadores samarios jugando y es bastante deprimente que uno vea eso.

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