Compartir:

Junior, que entró quinto para jugar semifinales, hoy es primero del grupo más fuerte, por encima de DIM, que fue primero, y de Nacional, que fue tercero. Esto para volver a corroborar que es ‘borrón y cuenta nueva’.

Frente al América (1-1) lo vimos en el primer tiempo combinando su velocidad y sus carreras junto a jugar al fútbol. Un Junior rápido y con fútbol. Y de verdad que me gustó y sorprendió. Debió irse al descanso ganando cómodamente, pero los rematadores a puerta no tuvieron, ni siquiera, 10 centavitos de puntería.

La salida de José Enamorado, a quién le pegaron y duro, por un golpe en la rodilla, cambió el panorama del Junior y el partido en la segunda parte. Es que nuestro veloz puntero derecho (como los de antes) mantuvo ocupado a todo el América con sus corridas, regateo y pases al área.

América despertó, se arrimó al arco juniorista, pero otra vez Silveira contuvo los remates rivales y el partido se volvió como ante el Medellín, peleado, ríspido, de ida y vuelta.

De dominar con fútbol en el primero, a pelear en el segundo y hasta comenzar a perder con gol de cabeza de Cristian Barrios, el jugador más pequeño del América.

Hemos visto al Junior correr, disputar, pelear, tener desgaste físico, como ante Medellín, jugar al fútbol, como en la primera parte frente a América, y tener hasta buena suerte con el autogol de Jean Pestana (el balón pasó la raya, dejen de llorar), además que el remate del juego América lo hizo con 9 jugadores por las expulsiones de Cavadía y Carrascal y superando equivocaciones como la del árbitro Wilmar Montaño y el VAR al no pitar el penal del mismo Pestana sobre Paiva (¿no lo vieron, llorones?).

Miren que ha sumado cuatro puntos que pudieron ser seis, con menos posesión 48 x 52% tanto con América como con Medellín, menos remates a puerta 6x5 y 2x5, con un gol y un autogol a favor, con la expulsión del técnico Restrepo del Medellín y dos jugadores del América.

Junior está jugando los cuadrangulares con ganas y sumando. Si es vistoso, bien, si no, también…