A Junior se le había olvidado perder
Al Juniorismo se le olvidó perder y, la derrota ante el Pereira, cayó como una centella de media noche.
Al Juniorismo se le olvidó perder y, la derrota ante el Pereira, cayó como una centella de media noche.
Que murió Foreman, que murió Jorgito, que murió Gatti, que murió el Papa Francisco. No hay manera de escapar a la muerte. Eso lo vamos entendiendo a medida que caminamos la vida. No hay forma de escapar a lo único seguro después de nacer.
Junior mereció más que sólo un empate ante el Tolima. El empate 0x0 no es que sea malo, al contrario. Se sumó un punto más y está arriba, donde debe estar siempre.
Ha viajado Jorgito Bolaño a ese sitio insondable que es la santa paz del Señor.
El fútbol se ve, como lo ven los amigos en las gradas. Cada fase del partido se comenta, se compone, se desarma y se recompone. Con palabras sencillas, sin términos rebuscados o extranjerismos.
Ha sido tan enrevesado este proceso de César Farías en el Junior de Barranquilla que hasta festejamos, con bombos y platillos, una victoria sobre Llaneros, el equipo recién ascendido.
El técnico de Junior estaba siendo cuestionado por los malos resultados y ahora respiró luego del triunfo 2-1 ante Millonarios en el estadio Metropolitano.
El entrenador de Junior no puede permitir una eliminación en la Copa Sudamericana porque pone en juego su continuidad.
El entrenador Farías cambió las formas y maneras como se había jugado ante Unión, Caldas y Chicó en los que se sumó 7 puntos de 9.
La mejora en el ambiente del Junior se debe a que, frente a Unión, con 10 hombres, y frente al Once Caldas, se vio el juego de conjunto que no se veía.