El amanecer barranquillero tenía ese brillo húmedo que anunciaba un día largo y caluroso. Desde antes de las seis de la mañana, la brisa del Caribe se mezclaba con el olor del bloqueador solar y el zumbido metálico de las bicicletas alineadas frente al punto de partida en el Gran Malecón del Río.
El Giro de Rigo había llegado al Atlántico y con él miles de ciclistas de todo el país dispuestos a desafiar no solo los kilómetros, sino el sol y el viento que identifican a nuestra región.
Rigoberto Urán, anfitrión y figura central de la jornada, saludaba con su estilo desparpajado, animando a los deportistas y al público que se agolpaba entre banderas, pancartas y música. “Esto es una fiesta, no una guerra”, decía, aunque todos sabían que en cuanto sonara el pitazo inicial, la competencia impondría su propio ritmo. Así arrancó la edición del Giro de Rigo en Barranquilla y el Atlántico, una mezcla perfecta de deporte, cultura y celebración.
El Reto Curramba, la prueba más exigente, fue un duelo de resistencia y estrategia bajo un sol implacable. Los primeros pedalazos marcaron diferencias, pero la definición se dio en los últimos kilómetros, cuando el antioqueño David Gutiérrez impuso su ritmo para cruzar la meta con un tiempo de 4:08:26, apenas nueve segundos por delante de Jhonathan Ospina Rivas (4:08:35). A su rueda, Sebastián Mejía, Edward Beltrán Suárez y Diego Rodríguez Gil compartieron registro (4:10:16), confirmando la paridad de una prueba que exigió cabeza fría y piernas fuertes hasta el final.
Entre las mujeres, la figura fue Angélica Uribe Cáceres, quien dominó el recorrido con solvencia y detuvo el cronómetro en 4:22:12, dejando atrás a Lina Camargo Puerto (4:29:13) y Liseth Tarazoba Rojas (4:29:48). El grupo femenino se mostró sólido y combativo, con Laura Piñeros Solano y Lina Maaz completando el top cinco, todas ovacionadas por un público que no escatimó aplausos.
Mientras tanto, en el Reto Guacherna, más corto pero igual de vibrante, los cierres fueron de fotografía. El primero en celebrar fue Daniel Torres Del Río, quien paró el reloj en 1:47:24, seguido por Giovanni Beltrán Knorr (1:47:31) y Naiver Villadiego Humanez (1:47:32). La emoción fue tal que los siguientes puestos, Carlos Salgado Acevedo y Víctor Sánchez Toro, cruzaron apenas un segundo después. Entre las damas, Katherin Jaraba Rodríguez se llevó el triunfo con 1:57:36, superando en un suspiro a Ana María Ríos (1:57:43), Angela Meneses Gil (1:57:44), María Pallares García (1:57:45) y Diana Sofía Sánchez (1:57:46).
Bajo el inclemente calor del cierre de la mañana los ciclistas se abrazaban, se tomaban fotos y compartían anécdotas de una jornada que quedará grabada en sus piernas y en su memoria. El Giro de Rigo volvió a demostrar que es mucho más que una carrera: es una celebración de la vida sobre dos ruedas, una excusa para recorrer el país, conocer su gente y comprobar que el deporte es salud y vida.

























