¡Partidazo en el Atanasio Girardot! Junior suma un punto valioso en Medellín (2-2), pero se va con el sinsabor de que tuvo el triunfo en sus manos y se le escapó en un abrir y cerrar de ojos. Primero dejándose igualar del ‘Poderoso’ el 2-0 a favor en cuatro minutos —del 59’ al 63’— y luego, con el partido 2-2, errando el penal, en los pies del paraguayo Guillermo Paiva, que pudo haber significado el 3-2, para llevarse el botín completo del máximo escenario de los antioqueños.
Fue un partido de toma y dame, que se fue intensificando en emociones con el pasar de los minutos. El primer tiempo fue de estudio. Junior, que estrenó línea de tres en el fondo —que se convertía de cinco cuando lo atacaban— salió un poco dubitativo, pero el Medellín no aprovechó esa desconfianza atrás para hacer daño.
De a poco los dirigidos por Alfredo Arias se fueron acomodando y comenzaron a hacer daño, de la mano de un Enamorado inspirado que ayer redondeó otra gran actuación individual.
La primera parte mostró a un equipo rojiblanco serio, que contuvo cualquier indicio de ataque del ‘Poderoso’, que tuvo solo dos claras: un remate de Brayan León, que pegó en un costado del arco, y un mano a mano de Esneyder Mena, que culminó en una tajada salvadora de Santiago Silveira.
Junior respondió con un disparo de Guillermo Paiva, que exigió a Chaux, y un remate de Jermein Peña, tras una gran acción individual de Enamorando, que se fue muy cerca, por encima del arco.
El encuentro estaba para cualquiera, porque ambos equipos habían hecho méritos para adelantarse en el marcador, pero entre los arqueros y la mala puntería todo quedó en un 0-0 parcial, al cierre de la primera parte.
En la etapa complementaria llegaron las emociones y los goles. Muy temprano, Enamorado puso a ganar al ‘Tiburón’ con un remate exquisito a un costado, que dejó sin opciones al arquero Chaux.
El Medellín sintió el golpe, quedó ‘grogui’ y Junior parecía rematarlo con el gol de Jesús Rivas, que llegó seis minutos después del tanto inicial. El mediocampista recibe un pase pivoteado de Paiva y define con un globito corto, ante la salida del cancerbero (2-0).
Todo era felicidad. Junior ganaba y jugaba bien... pero lo de siempre, un par de desconcentraciones atrás expusieron al equipo y le permitieron al DIM coger vida para igualar las acciones.
Primero con un penal —muy sutil de Daniel Rivera— bien cobrado por Francisco Chaverra y luego con un remate de Jarlan, que apareció como ‘Pedro por su casa’ en un costado del área chica, sin nadie que lo marque, para sacar un remate violento, que se metió por el palo que custodiaba el arquero uruguayo Mauro Silveira (2-2). Golpe a la moral rojiblanca.
Pero la vida le iba a dar una última oportunidad al ‘Tiburón’ para que ‘mordiera’ de nuevo y liquidara a su rival, pero Paiva, que había hecho un buen partido, volvió a errar un penal y no pudo darle el triunfo a su equipo en el Atanasio. Tristeza, lamento y llanto del paraguayo, que fue sustituido y se vio destruido cuando las cámaras lo enfocaron en el banco.
Sí, buen empate y buen partido, pero vuelve a quedar esa amarga sensación que pudo ser mejor.