Abrazos van y abrazos vienen en el maderamen del Coliseo Elías Chegwin. Titanes acaba de derrotar a Toros del Valle 77-76 y se corona campeón de la Liga Profesional de Baloncesto Colombiano por novena vez.
En la tribuna, la gente aplaude, sonríe orgullosa y grita al unísono, con la coordinación de un animador: “¡Titanes! ¡Titanes! ¡Titanes!”.
En la duela, los jugadores, el cuerpo de entrenadores y los directivos de este equipo con un gen totalmente ganador, celebran, sueltan carcajadas y se felicitan mutuamente.
Uno de los más emocionados es Alberto Caparroso, la cabeza visible de un grupo de barranquilleros que han creído y luchado firmemente en este proyecto deportivo serio y bien organizado (Estéfano González, Camilo Viana, Marcos Rueda y Fabio Pérez son los otros).
‘Capa’, como lo llama todo el mundo, todavía está en una erupción de júbilo por otro momento de gloria. Aunque ya es el noveno título que el equipo alcanza en siete años de existencia, no deja de emocionarse y celebrar. No pierde la pasión.

Asombroso: nueve títulos en nueve años, ¡nueve! Es muchísimo más difícil conseguirlos que escribirlo. ¿Y cómo lo hace? ¿Cuál es el secreto?
“Nosotros trabajamos con el corazón, con amor. La continuidad del grupo y la continuidad del cuerpo técnico. Somos una institución que trabaja todo el año pensando en el futuro”, dice un Caparroso todavía en efervescencia, a la espera de la premiación de los integrantes del equipo.
“Hemos elegido a las personas correctas, elegimos a personas con las que nos complementamos como equipo. Encontramos personas que se identifican con esta camiseta y las hemos mantenido. Creo que por eso Titanes ha marcado una historia y es un orgullo para Barranquilla”, agrega.

SE UNE AL CLAMOR DE FUAD CHAR
Sostener esta escuadra, llenarla de jerarquía y propiciar su aura vencedora ha sido una labor titánica para ‘Capa’ y sus socios. Admite que hay momentos en los que le dan ganas de tirar la toalla, sobre todo en la temporada regular cuando el acompañamiento del público no es tan masivo y constante como en las finales.
“A veces miramos un poquito las quejas de Fuad (Char) con el Junior (pidiendo mejores asistencias al Metropolitano), porque a veces sentimos que en las fases iniciales o en las fases previas no viene tanta gente, pero vivimos una noche de estas y volvemos a recargar la batería, y queremos ir por más”, comenta Caparroso, siempre tratando de rescatar lo positivo de las situaciones.
“Ojalá estos triunfos sirvan para seguir vinculando a la gente. Titanes se merece este apoyo y acompañamiento (señala las tribunas repletas del Coliseo Elías Chegwin) toda la temporada, para que podamos seguir sosteniendo este proyecto por mucho más tiempo”, puntualiza.
Estéfano González, otro de los que le está metiendo el hombro a esta divisa deportiva, considera que el andar triunfal de Titanes está cimentado en incorporar piezas para mantener el funcionamiento colectivo. Cada incorporación tiene un seguimiento y análisis.
“Una de las claves del éxito ha sido la unión entre la dirigencia y el cuerpo técnico, buscar unos jugadores que se acoplen a un estilo de juego técnico, no simplemente traer jugadores por traer, independientemente de su calidad, sino que de verdad cumplan una función específica en el equipo. Yo creo que eso ha sido parte fundamental. Titanes es un equipo donde cada jugador cumple un rol y, sin lugar a dudas, esto hace que durante los torneos se puedan lograr los objetivos”, comentó González.

HABLAN LOS JUGADORES Y EL ENTRENADOR
Titanes ha mantenido una base de jugadores y casi nunca hay traumatismos para que los nuevos encajen.
“Tomás (Díaz) ya ha hecho un sistema de juego al que es muy fácil acoplarse. Los jugadores que vienen, por lo general, ya han estado en Titanes, no hay muchos nuevos, y los que vienen por primera vez se acoplan un poco mejor”, opinó Hansel Atencia.
Los panameños Josymar Ayarza y Amílkar Sánchez piensan que es una cuestión de unión.
“Para ganar un campeonato no se necesita un equipo, se necesita una familia, y Titanes es una familia”, dijo Ayarza.

“El trabajo en equipo, ayudarnos el uno al otro, eso nos hace ser una familia y ganar campeonatos. Todos somos humildes, nadie se puede creer mejor que nadie”, señaló Sánchez.
Ya su compatriota Ernesto Oglivie había dicho algo similar: “El éxito de Titanes es que nadie tiene el ego por allá arriba”.
La presencia de Tomás Díaz ha sido preponderante para propiciar y mantener la armonía de grupo. El entrenador cartagenero, nueve veces campeón con Titanes, tiene claro que su trabajo no es solo táctico y deportivo. “Uno tiene que parecerse a un cardiólogo y llegarle al corazón a los jugadores”, dice.






















