A ritmo de ‘El Avioncito’, con la ovación, cariño y aplausos de los barranquilleros, los Caimanes desfilaron ayer por las calles de la ciudad para celebrar la conquista del título de la Serie del Caribe.
Liderados por Harold Ramírez, Dilson Herrera, Elkin Alcalá, Andrés Angulo, Carlos Arroyo, Jeffry Niño y el mánager José Mosquera, entre otros, el equipo currambero comenzó las celebraciones que prosiguieron en el estadio Édgar Rentería.
Aunque la gente no inundó las calles como cuando se presenta un título de Junior, sí hubo muchas personas que se asomaron en las ventanas y balcones de los edificios para aplaudir y alentar a los beisbolistas que protagonizaron la hazaña de conquistar la Serie del Caribe por primera vez en la historia para Colombia.
No faltaron varios fanáticos que acompañados de sus familias, con camiseta de Caimanes y todo, salieron de sus hogares y esperaron que pasara la camioneta para unirse a los festejos y mostrar orgullo y agradecimiento por la gesta deportiva.
Fue un recorrido triunfal exitoso y repleto de afecto hacia los héroes que vencieron a los Gigantes del Cibao, en un abarrotado estadio Quisqueya Juan Marichal, por pizarra de 4-1, el jueves pasado en la final del torneo.
‘El Avioncito’, la champeta de moda y con la que los Caimanes celebraron cada triunfo en la Serie del Caribe, sonó durante la mayor parte del trayecto victorioso.
Ramírez, Herrera y Mosquera eran los más fácilmente reconocibles para la afición, pero absolutamente todos eran aplaudidos y felicitados por la gente. Todos son admirados tras la hazaña de Santo Domingo.
La caravana, que comenzó a las 4 p.m. en el hotel Lagos ((94 # 51B-93), se alargó más de lo esperado. Fueron tres horas y 10 minutos de recorrido.
Los que más se gozaron el desfile fueron los propios jugadores. Se bañaban en agua, grababan con sus celulares y saludaban a todas las personas que aparecían en los costados de la vía.
'Gracias a Barranquilla y a toda su gente por su apoyo. No nos esperábamos todo esto que se ha generado', admitió Elkin Alcalá, el pitcher ganador en la final.
Cuando la caravana pasó por La Troja, hizo una rápida parada, recibieron bebidas y continuaron hacia el estadio Édgar Rentería, donde esperaba el alcalde Jaime Pumarejo, algunos directivos de Caimanes y dirigentes de la pelota caliente colombiana.
'Soy un espectador más que está muy contento con todo esto. Yo jugué aquí cuando el campo miraba para otro lado y nunca imaginé que íbamos a tener un estadio como este y que ganaríamos este trofeo tan importante. Como le dije a varios cachacos que no entienden este deporte: ¡nos trajimos la Copa Libertadores del béisbol!', comentó Pumarejo.
'¡Barranquilla, este triunfo es de ustedes!', exclamó Roberto Char, presidente de Caimanes.
'Este es el trofeo más importante de la historia del béisbol colombiano, eso no tiene discusión', aseguró Jimmy Char, ex presidente de la Federación Colombiana de Béisbol.
En el Édgar Rentería también estaba la Reina del Carnaval, Valeria Charris, que bailó con los peloteros varios de los éxitos de los hermanos gemelos Criss & Ronny.
Los beisbolistas no le temieron ni le perdieron el paso a la soberana barranquillera. El numeroso público que se dio cita en el escenario hizo la ola, aplaudió a los deportistas, se gozó la fiesta, los juegos pirotécnicos y toda esa merecida fiesta para los campeones.























































