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Un grupo de 13 futbolistas profesionales colombianas, todas integrantes de selecciones, mostraron su inconformismo por el anuncio de la Dimayor de acabar con la Liga Profesional de Fútbol Femenino, y se mantuvieron en sus denuncias de inequidad y desatención en la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), ayer al mediodía en una rueda de prensa en el hotel Marriott, en Bogotá.

Una de las referentes del combinado patrio de mayores, la defensora Natalia Gaitán, dejó en claro que desde hace varios años vienen presentando sus quejas e inconformismos a la FCF por falta de apoyo y otros temas. Aseguró que guarda las cartas que dirigió a la dirigencia del balompié nacional.

'La Federación sí había recibido nuestras quejas. Tengo una carta del 2012, donde tocamos tres temas: entrenamiento dirigido, fogueos internacionales con equipos de primer nivel y apoyo económico. No sé por qué dicen que no sabían de nuestras inconformidades', sostuvo la capitana de la Selección, quien hace parte de la plantilla del Valencia de España.

El veto. La volante Daniela Montoya, jugadora que integró el plantel de las Tiburonas, expresó, en medio de llanto, que constantemente ellas trataban de buscar soluciones a los inconvenientes que se les presentaban, pero nunca fueron atendidas. Y aseguró que sobre ella pesaba un veto de la FCF que impedía que la convocaran a las selecciones Colombia por haber denunciado falta de respaldo económico y algunas situaciones de los representativos tricolores.

'Tenemos muchas pruebas. Duré un año y medio mal, tenía la ilusión de estar en los Juegos Olímpicos porque amo a la Selección. Le mandé una carta al presidente, le escribí a Luis (Bedoya) y me dijo que me iba a ayudar, pero no me volvieron a convocar. Me engañaron todo el tiempo, hasta que al final dijeron que era una decisión técnica, pero todos sabíamos que era un veto', concluyó la volante, una de las mejores técnicamente en el país.

Las futbolistas fueron asesoradas por Carlos González Puche, presidente de la Asociación Colombiana de Futbolistas, que expresó tajantemente que la mejor generación del balompié femenino criollo se queda sin liga profesional.

'Los colombianos nos tenemos que privar de que nuestras mejores representantes no jueguen porque (los directivos) las consideran problemáticas. Esto es un retroceso sin duda. No son ellas, son los directivos los que impiden el desarrollo del fútbol femenino profesional en Colombia. Es inaudito que las campeonas de la Copa Libertadores y la generación mundialista se quede sin nada', comentó el dirigente deportivo.